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Que la participación ciudadana no sea solo una faena

Diputado Benjamín Carrera.- Históricamente, las manifestaciones de opinión respecto a actividades o determinaciones de la administración pública se externaban de manera masiva debido al rechazo o a la necesidad de evidenciar alguna injusticia. Afortunadamente, los espacios propiciados para conocer la opinión ciudadana se han abierto de tal manera que no solo sirven para externar una opinión contraria como reacción a alguna decisión, sino que se dan como ejercicios previos y necesarios al ejercicio de la función pública, lo que invita a un reconocimiento de lo que, como comunidad hemos logrado abriendo estos espacios de expresión.

Como lector o lectora habitual, ha de saber que en estos espacios son comunes los pronunciamientos a favor de la participación ciudadana como una herramienta de la corresponsabilidad y coadyuvancia para lograr alcanzar objetivos de interés de las y los ciudadanos que se abordan como objetivo de la gestión pública.

Dichos ejercicios de participación no deben quedar ajenos de las decisiones, incluso de las autoridades judiciales, tal como ha manifestado el presidente de la Republica al proponer una consulta ciudadana ante la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de dar marcha atrás a la suspensión de la realización de corridas de toros en la Ciudad de México, que se había mantenido desde mediados de 2022.

Sabemos que las opiniones en torno a las corridas de toros generan gran polémica y división dado que no dan lugar a “medias tintas” entre quienes las consideran una especie de maltrato animal malamente arraigado, y aquellas personas cuya óptica las percibe más como una tradición, pero precisamente lo que busca el presidente es hacer valer la voluntad de los más.

Ahora bien, más allá de hacer un recuento de aquellas tradiciones que, a pesar de haber sido grandes representaciones de una época o civilización, la razón nos ha obligado a dejarlas de lado -como el circo romano que enfrentaba a muerte no solo a gladiadores sino a mujeres- estas letras se orientan a generar conciencia, debate y sobre todo, externar su propia opinión.

De acuerdo con Reforma, en un artículo publicado en 2019, si en aquel entonces se hubiera realizado una consulta pública, el 59% de las y los mexicanos, apoyarían la prohibición de las corridas de toros y solo un 31% se opondría a dicha medida.

Entre otras preguntas, se cuestionaba precisamente la percepción ciudadana de dicha actividad, encontrando que el 73% de las personas encuestadas, consideraba a las corridas de toros como un acto de crueldad animal, mientras que un 25% de las personas participantes en el sondeo, veían en las corridas de toros una representación artística y de tradición; ahora bien, respecto a qué tanto gustaban las personas encuestadas de las corridas de toros, 85% manifestó que les gustan poco o nada y 14% dijeron que les gusta mucho o algo.

Como hemos de saber, de 2019 a la fecha, las opiniones cambian y motivan entonces a nuestro mandatario a optar por una consulta ciudadana que permita conocer de manera actual la opinión y preocupaciones de la ciudadanía respecto a este tema.

Por otra parte, en el Congreso del Estado la discusión se ha ido poniendo periódicamente sobre la mesa desde hace poco más de 10 años, generando el debate y abriendo el espacio a las manifestaciones de opinión. A la fecha no se ha tomado una definición ni dar un paso de manera definitiva en la prohibición.

Es entonces que, se vuelve necesario replantearnos y seguir los ejemplos de participación para, de esta manera, conocer la opinión de la ciudadanía chihuahuense a través de un ejercicio participativo formal que nos oriente para la toma de decisiones futuras y dé paso a una definición estatal respecto a las prácticas taurinas que sin duda generan polémica.

Cierro la participación en este espacio confiando en el criterio de la ciudadanía, pero sobre todo en el interés por manifestar su opinión; como debe conocer, para quien le escribe la gente es primero, por lo que el método más efectivo y democrático es darles los medios para que sea precisamente la gente, la que decida.