Jorge Quintana Silveyra.- El presidente de la República mexicana anunció a través del secretario de Hacienda el Pacto para control de precios de 26 artículos de la canasta básica, que se compone de 40 artículos.
Se hace del conocimiento de los habitantes de la nación, que se realizó un acuerdo con diferentes representantes del sector privado, del productivo con el Gobierno Federal, para mantener los precios de estos artículos por los siguientes seis meses, para controlar o disminuir la inflación que muchos señalan es importada, pero inflación, al final del día.
Además de otras medidas del sector público para evitar una escalada de aumentos en la producción, distribución y venta de los multicitados artículos.
Quedan muchas dudas sobre la eficacia y el respeto de todos los involucrados en la cadena de producción de estos bienes y, sobre todo, se apela a la buena voluntad de quienes se involucraron en el acuerdo de marras.
¿Pero y los otros 14 productos? ¿O la población deberá ceñirse a los mencionados en el pacto y olvidarse de consumir los restantes que no están sujetos al control de precios? O podrá dispararse la inflación si el resto de los bienes de consumo se sujetan a las leyes de la oferta y la demanda, por lo que de todos modos habrá de mantenerse la inflación.
Cuando se tiene una visión sesgada o parcial de la economía suelen cometerse errores determinantes que, al final quienes lo pagamos, somos la población.
A diferencia de los anteriores pactos que celebraba el Gobierno Federal en conjunto con los sectores privados, sociales, obreros y campesinos, este en lo particular, ignora a muchos representantes de la sociedad y los directivos del sector privado organizado solo acudieron al acto de comunicación del presidente como testigos de piedra.
¿Dónde están los representantes del sector agropecuario, los obreros, los campesinos, la clase media, tan golpeada por AMLO, las amas de casa?
Solamente acudieron los grandes empresarios de la mafia del poder a mostrar su solidaridad con el Gobierno Federal y poder seguir disfrutando de las amplias prerrogativas que por décadas han tenido.
¿Y los representantes de los otros poderes de la Unión? Tampoco aparecieron. Tan poca importancia tienen para el presidente.
Tenemos que acudir al análisis y la reflexión que aporten las y los expertos en economía política y social, para observar el panorama completo de este “pactito”.
Siempre a medias, siempre anuncios de espejismos y golpes de política de comunicación; al final, solo son eso, instantes para la foto y para tratar de convencer al pueblo bueno de la magnanimidad de sus gobernantes.
Otra cortina de humo para esconder la corrupción, la impunidad y la violencia que se pasea rampante por toda la geografía mexicana.
Los buenos o malos resultados, los veremos pronto, antes de terminar el año estaremos experimentando las consecuencias en nuestra economía personal.
Al tiempo, al tiempo.
