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Pozos clandestinos en Chihuahua

Daniel Valles.- Mientras el gobierno federal acuerda con Estados Unidos el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944, en el subsuelo de Chihuahua se libra una guerra silenciosa por el agua. Y no es menor: miles de pozos clandestinos operan impunemente en uno de los estados más golpeados por la sequía.

Una red oculta de extracción ilegal

La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ha reconocido la existencia de una “gran cantidad de aprovechamientos ilegales” en el estado. Algunas estimaciones sitúan la cifra entre 7,000 y 16,000 pozos clandestinos. Muchos de estos extraen agua de acuíferos sobreexplotados y, en algunos casos, duplican o triplican el volumen autorizado.

En un intento por ordenar esta situación, la CONAGUA ha iniciado un proceso de verificación de más de 260,000 títulos de concesión a nivel nacional y ha comenzado diálogos con usuarios irregulares en Chihuahua.

Actores y omisiones

Detrás de esta red de pozos ilegales están:

– Productores de alto consumo, incluidos miembros de comunidades menonitas y mormonas que han sido señalados por perforar sin autorización.

– Políticos y empresarios, beneficiados con concesiones irregulares en sexenios anteriores, como ha denunciado recientemente la presidenta Claudia Sheinbaum.

– Una cadena de omisión institucional que permitió por años la operación de pozos sin regulación ni supervisión.

La Comisión Federal de Electricidad, por su parte, ha clausurado cientos de conexiones ilegales de energía usadas para operar bombas de extracción, con un estimado de más de 220 millones de pesos en pérdidas por robo de energía.

Agua para exportar, sequía para los locales

Este escenario cobra especial gravedad cuando se contrasta con la decisión federal de cumplir con las entregas de agua a Estados Unidos. Mientras Chihuahua enfrenta una sequía histórica y no podrá tener ciclo agrícola en 2025, miles de hectáreas se riegan con agua ilegal, sin registro ni control.

El combate a los pozos clandestinos no puede verse solo como un tema técnico o administrativo. Es una cuestión de justicia hídrica, legalidad y equidad. Si el gobierno federal quiere pagar su deuda internacional sin colapsar al norte del país, primero debe cerrar la llave del saqueo subterráneo. Ahí, El Meollo del Asunto.