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Por fin

No sé si vivimos en una simulación, pero la política está plagada de vividores y farsantes. José Luis Rodríguez Jiménez, doctor español en Geografía e Historia

Cuauhtémoc Monreal Rocha.- Después de la pasada farsa electoral –o ¿electorera? –, México ya tuvo el mejor presidente del mundo, ya tiene a la mejor presidenta con “A” del mundo; el sistema de salud es como el de Dinamarca; somos el mejor país del mundo; somos el país del bienestar porque su gente es feliz, feliz, feliz; somos el país de las cien universidades Benito Juárez y dos mil bancos del bienestar; la educación elemental como está en manos de la CNTE y el gobierno no lo reconoce, ese es otro tema, pero…

Por fin, por fin, somos el país más democrático del mundo y el mundo entero nos copiará la forma en cómo debe elegirse democráticamente, un sistema judicial; enhorabuena morena, la causa fuiste de mi triste desventura.  

Ante tanta mentira no estamos seguros si vivimos en una simulación gubernamental, unos dicen sí, otros dicen que no, pero nadie está indiferente, lo cierto que el tabasqueño logró realizar su venganza política, desapareciendo el Estado de derecho, demoliendo todas las instituciones revolucionarias y lograr, por fin, que el Ejecutivo federal no tenga ningún contrapeso ni contratiempo para tener un gobierno absoluto, antidemocrático, plutócrata, pero sin una visión de Estado, lo cual llevará al país, insistimos, a la sima, al abismo, al fondo del precipicio, porque morena y la 4T llegaron al poder para quedarse; por cuánto tiempo, nadie, por el momento, lo sabe.

Sin embargo, México sigue sin rumbo fijo, al garete en una mar encrespada y no hay instrumentos políticos ni jurídicos para rescatarlo del desastre que se avecina en lo económico, social y político, de seguir las cosas como van; unos dicen que van bien y otros dicen que van mal.

Lo bueno de todo este enredo politiquero, es que ya somos el país más democrático del mundo y un ejemplo a seguir por todos los países latinoamericanos, según un calenturiento senador, a quien sus allegados ya le dicen el NACO (Noroña Always Chickens Out); a Trump le pusieron el TACO.

Remate interpretativo: La esposa del anciano se llamaba Purificación, una noche le pregunta Puri, ¿cuánto vive un burro? Y Puri, en su inocencia, le contesta con otra pregunta: ¿te sientes mal? Vale.