Inicio Perspectiva Políticos impuros

Políticos impuros

Lic. Héctor Ramón Molinar Apodaca.- Las palabras altisonantes son las que se consideran en nuestro lenguaje, como obscenas o groseras, como los insultos, las referencias sexuales despectivas o frases con intención de ofender. Son utilizadas en cualquier ambiente y en todas las clases sociales. Pero cada familia educa según le enseñaron a respetar el ambiente, lugar y personas donde puede expresar su lenguaje.

En mi práctica como maestro de la universidad, nunca utilicé palabras altisonantes con mis alumnos, pero me daba cuenta de los que estaban acostumbrados a expresarse así muy natural delante de sus compañeros y maestros. Desde luego que son contados, porque debo admitir con agrado que nuestra juventud es hermosa y los valores se aprecian en su manera de ser.

Lo menciono porque muchos de ellos son políticos y desean ocupar cargos de elección popular y lo que inculcamos en valores a través de la cultura de la paz y la legalidad, nada se parece a la práctica. Este año, está en una verdadera crisis la política nacional con tantos aspirantes ineptos, vulgares y sin preparación alguna para representarnos. Al menos así se dan a conocer con los insultos y ausencia de propuestas.

Resulta molestia que el Instituto Nacional Electoral (INE), permita que se transmitan mensajes ofensivos con palabras altisonantes y sin propuestas concretas, a través de la radio y televisión abierta de hombres, mujeres y miembros de la comunidad LGBT, cuyo acceso es para menores. Además de que en muchos casos son personas con antecedentes de violencia familiar o abuso sexual contra mujeres y hombres. Una cosa es la libertad de expresión y otra cosa es permitir mensajes dañinos para las familias.

Así estamos de mal en peor y esto incluye a todos los partidos políticos sin excepción. Mis respetos para las y los candidatos que son decentes, honestos, cabales y leales a los principios y valores, pues no debo generalizar. Aunque ciertamente, hoy en día con la facilidad que tenemos para videograbar y subir a redes, nos damos cuenta de la situación real que vivimos en la política.

Por otra parte, es necesario valorar las condiciones que tenemos para participar cuando menos acudiendo a votar el día de elecciones, con la conciencia del deber cívico que tenemos todos. Luego no nos quejemos del mal gobierno en los tres poderes. Pues la elección en junio será muy importante, porque tendremos variación en el Ejecutivo estatal y Legislativo estatal y federal. También presidente municipal y regidores del cabildo en Ciudad Juárez.  

El buen gobierno se define con propuestas claras y convincentes. Con los antecedentes de las y los candidatos a elección popular, pues la mayoría son conocidos ampliamente en el ambiente político. Nos han representado ya en las Cámaras de Diputados y Senadores. Su vida privada ya no puede ser así, pues para participar en la función pública sí es importante saber cómo son sus familias y amistades, sus costumbres y forma de vida.

Tan sencillo resulta lo anterior porque si queremos paz y justicia social, los antecedentes y acciones derivadas de sus anteriores cargos públicos o actuales, los definen. En la función pública no puede haber personas que abusaron del poder.

Tampoco las que están denunciadas por cohecho, por abusos de menores y violadores menos. La presunción de inocencia es universal, porque surgió de la corrupción contra tanta gente inocente. No se estableció pensando en los corruptos, porque entonces se hubieran reformado las leyes que destacan los delitos de funcionarios públicos de manera más estricta.

Tenemos el gran ejemplo de César Duarte, que cuando gobernó en el estado de Chihuahua, ordenó que los extorsionadores fueran sentenciados con prisión vitalicia y actualmente están en prisión hombres y mujeres que cometieron el delito con extorsiones de un mil pesos y los delincuentes de la función pública que robaron millones salen libres bajo fianza ¡ridículo! ¿no?

Por eso no debemos minimizar a los que han sido más delincuentes que los primarios que están en prisión. Cuando una persona es vinculada a proceso es porque existen elementos suficientes para que comparezca a juicio penal. El acusador debe acreditar la acusación y el imputado debe acreditar su inocencia, que bien lo pudo hacer desde un inicio del procedimiento. Por eso no reforman las leyes que involucran a la función pública. Fuero, amparos, fianza etc.

Sensatez, coherencia y equilibrio político se requiere para gobernar o representarnos ante las cámaras. Con solvencia moral y capaz de enfrentar las tentaciones que otorga el poder. Con capacidad para demostrar su espíritu democrático respaldado por sus acciones y no por manipular a grupos con promesas de acomodarlos en cargos públicos.

Artículo anteriorLas tribulaciones dan la luz de la vida eterna
Artículo siguienteIniciaron las campañas locales