BRASILIA- El Banco Central de Brasil divulgó las directrices para la creación de una moneda digital, como una extensión del real que es la moneda física, con énfasis en el desarrollo de modelos innovadores a partir de los avances tecnológicos.
La autoridad monetaria indicó en un comunicado que la discusión sobre el tema de las monedas digitales por parte de los bancos centrales (Central Bank Digital Currencies, CBDCs) ha ganado protagonismo en los últimos años.
De acuerdo con el Banco Central de Brasil, la finalidad es promover la innovación en los medios de pago, “requerida por la acelerada transformación digital en curso en la economía mundial”.
Indicó que para ello ha promovido discusiones a nivel interno, así como con sus pares internacionales, dirigidas al “eventual desarrollo” de la moneda, que debería “acompañar el dinamismo de la evolución tecnológica de la economía brasileña”.
Entre las directrices destacan la posibilidad de desarrollar modelos innovadores a partir de avances tecnológicos como los llamados “contratos inteligentes”, así como el “internet de las cosas”, conocido en inglés como IoT.
Otras de las directrices son el denominado “dinero programable”, además de la capacidad de realizar operaciones en línea o sin utilizar internet (off line) de manera eventual.
La distribución al público tendrá como intermediarios a custodios del Sistema Financiero Nacional (SFN) y del Sistema Brasileño de Pagos (SPB), con la ausencia de remuneración para las instituciones.
Deberá garantizarse también la “seguridad jurídica” de las operaciones, la adhesión a los principios y normas de privacidad, así como de seguridad, en particular la Ley Complementaria de 2001 referente al secreto bancario y la Ley General de Protección de Datos Personales.
Según la entidad central, la tecnología para crear la moneda digital debe “seguir las recomendaciones internacionales y las normas legales sobre la prevención del ‘blanqueo’ de capitales, la financiación del terrorismo y la financiación a la proliferación de armas de destrucción masiva”.
Es necesario, además, profundizar la discusión con el sector privado antes de definir un calendario para la implementación de la moneda digital, pero la expectativa es que también permita pagos en otros países, según la explicación.
“El diálogo con la sociedad permitirá un análisis más detallado no sólo de los casos de uso que pueden beneficiarse de la emisión de una CBDC (moneda digital del banco central), sino también de las tecnologías más adecuadas para su implantación”, señaló.
Xinhua