Raúl Ruiz.- Vale la pena comentar el día de hoy la apreciación del peso frente al dólar. El miércoles pasado, en una entrevista que me hicieron a través de uno de los medios digitales locales, se me preguntó: ¿Es que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho algo bueno en cuatro años de gobierno? ¿La Cumbre entre México, Estados Unidos y Canadá, trae algo bueno a los mexicanos?
A la primera pregunta respondí que sí, López Obrador ha hecho muchas cosas que han ayudado a la mayoría de los mexicanos, pero no quisiera polemizar al respecto. Si uno hace reconocimiento de su gobierno, de inmediato nos encasillan como chairo, lopezobradorista, adorador de la 4T y yo no lo soy.
Me jacto de señalar los aciertos y los errores que, a mi juicio, cometen los hombres y mujeres del poder. Y uno de los aciertos que aplaudo de su gobierno es la estabilidad económica que ostentamos frente al mundo.
El peso mexicano sigue con su buena racha y se apreció, nuevamente, frente al dólar: se cotizó, al cierre de la jornada de este miércoles, en menos de 19 pesos por unidad frente a la moneda estadounidense. Es la primera vez que baja de los 19 pesos desde el 2020.
El resultado positivo para la moneda mexicana se da en contexto de la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a México, en el marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte.
Así, el peso mexicano se consolidó como una de las divisas más firmes a nivel internacional. Esta apreciación del peso mexicano no sucedía, ya les digo, desde hace casi tres años, cuando, el 21 de febrero de 2020, la moneda nacional cerró la jornada en 18.94 unidades por dólar.
Pero no sabemos cuánto pueda durar. Uno de nuestros economistas más perrones que tenemos en la comarca es el doctor Isaac Sánchez y nos dice: “La cotización del peso frente al dólar es producto del mercado, la apreciación vigente puede revertirse en cualquier momento ante cambios en los factores determinantes de la oferta/demanda de dólares. Un peso ‘fortachón’ tiene ventajas pero también sus desventajas”.
Y sobre la segunda pregunta, respondí: Lo que vimos estos días anteriores, es el espectáculo que ofrecen los mandatarios de los tres países. Llevan a la mesa los temas de mayor interés, se la pasan bien, comen bien, se saludan muy sonrientes y cada quien para su casa. Los temas quedan sobre la mesa y son los equipos diplomáticos los que se ponen a negociar hasta llegar a los acuerdos entre las tres naciones.
Este trabajo es complicado, arduo y puede durar meses. Pero estoy seguro que habrá beneficio para los mexicanos. Los ajustes a las leyes como la Federal del Trabajo, reflejan estas posibilidades. Recordemos que a exigencia de Trudeau, la reforma reciente a esta ley mejora las condiciones laborales de nuestros trabajadores y nos hace más competitivos.
