Raúl Ruiz.- Luego del gran berrinche por los resultados de la elección interna en Morena para definir quién sería el coordinador de los comités de defensa de la cuatroté, y de andar dando lástimas en una expedición de tanteo para ver cuánta juerza acumulaba para competirle a Claudia Sheinbaum sin el apoyo de la patente guinda, Marcelo Ebrard Casaubón decidió que era mejor “quedarse en casa” y buscarla hasta el 2030.
Luego que la comisión de encuestas le diera una pequeña justificación al reconocer que sí hubo irregularidades cometidas en el proceso, pero no las suficientes como para repetirlo, retorna al cobijo de su único refugio.
Es que sinceramente no hubo albergue que lo recibiera. No convenció su propuesta de El Camino de México, ni su fantasía de seguridad pública basada en gadgets de inteligencia artificial. ¡Ni modo!
Lo bueno, es que su nueva decisión le proporciona un poco de certeza a los diputados que se pronunciaron como sus seguidores a ultranza. Les llegó el invierno muy frío. No se necesitaba ser un experto en análisis prospectivo para saber que su futuro era entre gris y negro.
Para Marcelo, su retorno significa darle un sentido de honestidad a Morena. ¡Que no se vuelvan a repetir esos agravios! Darle “siguiente nivel a Morena”, dijo.
Con esta decisión, para Sheimbaum y el propio presidente López Obrador, resulta muy cómodo el camino hacia la elección presidencial del 24. “En la construcción de la unidad necesitamos a todos”, dijo Claudia. “Morena es su causa y es su casa”: Mario Delgado.
¿Y para su futuro? “No he pensado aún si seré candidato al Senado o cuál será mi participación ahora, pero siempre voy a estar buscando la presidencia de la República”, advirtió. Particularmente, pienso que el convoy de la cuatroté ya va muy avanzado para que Ebrard lo alcance.
Su personalidad voluble y veleidosa tratará de imponerse siempre, ante una realidad diferente, que ya no percibe. Un rumbo muy distinto, en el camino de México.
Mientras se van escribiendo los siguientes capítulos de la historia, estaremos al pendiente. Por lo pronto, hay que checar los precios de las ofertas del BUEN FIN.