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Paseo político

La corrupción es un mal inherente a todo gobierno que no está controlado por la opinión pública. Ludwig Heinrich Edler Von Mises, economista y filósofo austriaco.

Cuauhtémoc Monreal Rocha.- Por las playas del Pacífico escuchamos: Mazatlán, ay mi Mazatlán, perlita escondida entre los encantos del agua y del mar azul… es la música guapachosa de Mike Laure y su conjunto, pues por acá andamos sacando el estrés fronterizo, más una gorra, a la cual no hay quien le corra, lo cual hemos disfrutado de lo lindo.

Antes de volar a tierras mazatlecas, estuvo por ésta, La Peor Frontera de México, nuestro “amado” líder AMLO, en otro de sus paseos políticos, para tener una enésima reunión de seguridad y ratificar la regularización de los automóviles ilegales, chuecos o chocolates, dizque para darle más seguridad a los fronterizos.

Y todo está correcto. como dijo Heriberto, pues por el bien de todos, primero los pobres, aunque traigan puras carcachas contaminantes y uno que otro vivillo, carros de lujo y de reciente modelo, pues en este México nuestro, toooodo se puede, aunque haya ciudadanos que, en este renglón de los carros chuecos, estando dentro de la ley, para el gobierno no significan nada.

La gobernadora estuvo contenta con el Jefe y le permitió decir a la secretaria de Seguridad Federal, que solo en el Estado de Chihuahua, hay cerca de 120 mil 120 vehículos ilegales, más los que se acumulan todos los días, pero que ya se va a solucionar este añejo problema, para beneficio de los más desposeídos.

Y todo está bien en este país empobrecido por sus propios gobernantes, pero… ¿registrar es igual que legalizar? ¿Se cerrará la puerta giratoria aduanal? ¿Deveras?; porque todo México es territorio del crimen organizado y de todo tipo de mafias, mientras la mayoría de los ciudadanos que cumplen con sus obligaciones fiscales y legales, no pueden cometer la mínima infracción porque ya sabrán cómo les va.

El problema de los carros ilegales en México es muy añejo. Fuertes intereses políticos y mafiosos impiden la entrada al país de estos automóviles ilegales y como cualquier hijo de vecino, agitador o activista les puede dar una placa de cartón a quienes compran uno de estos carros chocolates, pues todos se mofan de la autoridad, que cada año, eso sí, cobran su replaqueo a todos los ciudadanos que están dentro del orden.

México no te acabes, veremos qué sucede con esta regularización, lo importante es seguir la tesis presidencial: Por el bien de todos, primero los pobres… de espíritu, de ambiciones y violadores de la ley y que siga la corrupción y la impunidad. Vale.