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Parecía una política diferente

Dr. Arturo Castro.- La política no es lo que parece, puede ser una tarea con una gran responsabilidad dado el origen que la lleva a liderazgos y a la dirección de carácter legislativo o gubernamental, también puede ser un circo cuando en ella están personas ajenas a ese gran arte.

La política crea realidades cuando se tiene responsabilidad por los actores traspasando las fronteras de un servicio de bienestar a la sociedad, pero también existen las mentiras de aquellos que sin pudor se burlan de las reglas y las leyes establecidas a través del tiempo.

La política entiende la realidad, aquella que conoce en el trabajo cotidiano, las necesidades sociales y las aspiraciones de un sistema que existe, pero al servicio de ciertas clases sociales que llegan a ser un menor porcentaje de la población.

La cultura política se desarrolla permanentemente, se adquiere desde los clásicos hasta de la líder de la colonia proletaria que lleva votantes a la casilla electoral, sin saber por qué o por quién es realmente aquel político o aprendiz de él.

La sociedad tiene un exceso de información política y gubernamental en la que todo parece estar bien, la acepta y la aplaude, incluso dice que tiene el honor de conocer a ciertos políticos que parecen diferentes, pero son iguales que los anteriores.

Nos encontramos en un mundo tecnológico, económico y político, son las tres aristas en las que se de-senvuelve, en donde los agrupamientos sociales crean islas en base a sus propios intereses a pesar de que existe un enojo contra los políticos de carrera, estos siguen avanzando.

La política es la misma de siempre, pertenece a un sistema que no permite avanzar a los actores, es una dominación de grupos de interés, de ahí que no se pueda corregir algo, mucho menos avanzar hacia un verdadero desarrollo.

La sociedad se encuentra en manos de los actores y no de las ideas, mucho menos de las acciones, en medio de una irracionalidad y cerrazón de los gobiernos a cualquier nivel, se tiene solo una voz, la del gobernante como siempre, pero hoy en un macroespacio.

Parecía una política diferente cuando se busca acceder al poder, se muestra el político humilde que busca la oferta sin engaño, elegir sin lógica complica las cosas, por ello la importancia de la actitud positiva en el momento.

Las creencias sin reglas representan una demagogia por ello a veces se es lo que se recibe cuando se ofrece todo lo que se tiene, hoy la política no es diferente, solo distractiva para estar realmente sin estar; esto es, sin trascendencia, como cualquier trabajo comunal.