Restauranteros de la ciudad están preocupados por el estancamiento económico en sus negocios pese a que cumplen con el protocolo de salud y la sana distancia, las autoridades de gobierno ni siquiera han ido a revisar sus instalaciones.
Se tuvo un retroceso que no les permite avanzar, si abrían a las 8 de la mañana y cerraban a las 12 de la noche ahora se les acorta la hora de venta, a los restaurantes de bufet les dieron marcha atrás y van a ofrecer el servicio para llevar es también un retroceso, porque muchos de éstos ni siquiera venden alcohol, comentó Cristina Cunningham, representante estatal de Canirac.
Insistió en que la única manera de caminar es hablar con las autoridades para que les digan en qué están fallando porque tienen un protocolo de mesas seguras y los bufetes se sirven por los empleados sin que la gente no tenga contacto.
La dirigente comentó que es necesario que se transparente la información por parte del gobierno y que se les diga el motivo por el que no pueden abrir sus negocios si cumplen con todas las medidas del protocolo de salud.