JALALABAD- Fuerzas de seguridad afganas pudieron abatir a los ocho atacantes en la cárcel provincial de Nangarhar en la ciudad de Jalalabad después de casi 20 horas de feroces enfrentamientos, dijo el portavoz del gobierno provincial, Attaullah Khogiani.
El funcionario dijo que 37 personas, incluidos ocho atacantes y 29 personas más, entre ellas civiles, personal de seguridad, carceleros y prisioneros, murieron en el violento enfrentamiento, luego del estallido de un coche bomba frente la puerta de la cárcel.
Sin especificar el número de víctimas civiles, Khogiani afirmó que alrededor de 50 personas más resultaron heridas.
El grupo de línea dura Estado Islámico (EI) se ha atribuido la responsabilidad del ataque mortal.
El gobierno provincial de Nangarhar dijo en un comunicado que mil 793 detenidos, incluidos 300 militantes del EI, insurgentes talibanes y traficantes de drogas estuvieron presentes durante el ataque a la cárcel en la ciudad de Jalalabad, a 120 kilómetros al este de Kabul. Varios reclusos, según fuentes que pidieron el anonimato, han desaparecido.
Zabihullah Mujahid, quien dice hablar por el grupo Talibán en contacto con los medios de comunicación, rechazó la participación del grupo armado en el ataque y dijo que los talibanes no tienen ningún vínculo con la ofensiva.
El objetivo de los atacantes, dijo el vicegobernador de Nangarhar, Tamim Aref, era matar a los oponentes y liberar a los leales al EI.
Este es el ataque con el mayor número de víctimas contra objetivos de alto perfil reivindicado por el grupo Estado Islámico desde la aparición del grupo armado en la provincia de Nangarhar en Afganistán a principios de 2015.
El ataque tuvo lugar después del asesinato del jefe de inteligencia del EI en Afganistán, Assadullah Orakzai, en las afueras de la ciudad de Jalalabad hace un par de días.
Observadores afganos culpan a fallas en la seguridad del ataque a la cárcel.
“Tomar un automóvil cargado de explosivos y varios hombres armados de escondites de milicianos dentro de una ciudad importante como Jalalabad demuestra claramente una falla de seguridad. El ataque no será el último”, dijo a Xinhua el observador político Khan Mohammad Daneshjo.
Xinhua