Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- La migración está metiendo en crisis a los países que expulsan, a los países que usan de paso y a los que quieren llegar o al que quieren llegar.
Los primeros, porque no dan su brazo a torcer y piensan que entre menos burros más olotes; los de paso esquilman a los pobres migrantes y se los mandan encuerados a los municipios de la frontera de México y Estados Unidos.
Los que logran pasar pueden iniciar una nueva vida, pero los más, casi el 80%, son regresados a sus lugares de origen a pagar las deudas contraídas para echar la vuelta de oquis.
Los que logran quedarse, ese 20%, desde Estados Unidos mandará los pagos para evitar que les maten a los familiares que se quedaron allá cuando hicieron los préstamos.
Ese problema de migración es tan antiguo como la prostitución y el comercio callejero, no se acaban, se vive con ellos. Así haya sido el propio Jesús quien salvó a Magdalena y quien echó a los comerciantes del templo.
