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Mensaje divino

El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica. Mariano Grondona, periodista argentino

Cuauhtémoc Monreal Rocha.- Nuevamente la tragedia envuelve al buque escuela Cuauhtémoc, de la Armada de México, ahora al chocar sus mástiles contra el puente de Brooklyn, de Nueva York; hace dos o tres años, una cadete de este buque escuela, atracado en un puerto de la India, por una fuerte ráfaga de viento, cayó al mar desde lo alto del mástil mayor, una cadete, no pudiéndose recuperar su cuerpo. Descansen en paz estos cadentes de la Escuela Naval Militar y para sus familiares, pronta resignación.

En tanto, la vida en México, sigue su curso con todas sus vicisitudes, recordando que, cuando gracias a la libertad, morena llegó al poder vía voto directo y secreto, democracia pues, de inmediato, el morenismo, a través de su caudillo, destruyó el andamiaje institucional existente en ese momento y dotó al Ejecutivo federal o presidente de la República, de un poder absoluto, por lo que la libertad y la democracia sufrieron una monstruosa metamorfosis, al concentrar todo el poder en un solo individuo, actualmente en una individua, por aquello de la igualdad. de género.

En el 2018, ningún mexicano bien nacido, llegó a pensar que el poder de la palabra de un tabasqueño y una defeña, en poco tiempo, se transformaría en una especie de mensaje divino que ni siquiera puede ser desmentido por la realidad nacional; es la fuerza  de lenguaje falaz y autoritario que deja sentir todo el poder cuatrotero, que poco a poco, se está convirtiendo en un lenguaje totalitario, respaldado por un populismo que, con tal de perpetuarse en el poder, va aboliendo la libertad y consecuentemente la democracia; anhela el poder absoluto y con ello, instaurar una dictadura, con la falacia de que… por el bien de todos, primero los pobres.

Para el gobierno de morena, la corrupción ya no existe, pertenece al pasado, pero sus políticos de pacotilla son tan ambiciosos como los que les antecedieron en el poder, derrochan y despilfarran, protegidos por la impunidad, los dineros de la nación, sin rendirle cuentas a nadie, porque para ellos, sus latrocinios y tropelías, fueros y privilegios, son asunto de seguridad nacional.

Bien decían los sofistas de la antigüedad: Vale más la persuasión que la razón. Vale.