Daniel Valles.- El Covid-19 trajo a nuestra vida enfermedad y muerte. No solamente el uso del cubrebocas.
Muchas otras cosas llegaron también con la pandemia. No es algo estético ni ético el mencionar la gran mayoría de ellas. Pero aparte del uso del cubrebocas, en la Junta Municipal del Agua de Ciudad Juárez, la J+ y para los usuarios llegó la etapa de no suspender el servicio de agua ante la falta de pago.
Esto debido a que se recomendaba como una medida de prevención el que se lavara uno las manos de manera constante. Sin agua no hubiera sido posible.
El uso del cubrebocas ha quedado atrás de acuerdo con disposiciones oficiales. Ya no es obligatorio ni exigible para la vida diaria. Se puede decir que por el momento el cubrebocas se ha ido. Dejó de ser de uso general, para entrar en el ámbito personal.
La pandemia casi se ha ido. Al mismo tiempo, en la J+ han regresado los cortes en el servicio de agua ante la falta de pago. Estaban suspendidos por la pandemia. Era una medida emergente de salud e higiene, pero esta medida, esta etapa ha concluido. Igual que el uso del cubrebocas. Y ha sucedido desde hace unos meses.
¿Es la J+ inhumana? ¿Insensible? ¿Le falta empatía? Por supuesto que no. Todos los servicios que recibimos nos son cobrados. Luz, gas, cable, Netflix. Solo Facebook es gratis y dice su dueño que siempre lo será. (Mi papá me enseñó a desconfiar de todo lo que me ofrecieran gratis. Pero ese es otro tema).
El agua es un derecho humano. Está consagrado en nuestra Constitución en el artículo 4, párrafo seis. Pero también dice la Constitución que el agua es un derecho por el que se tiene que pagar. Es decir, no es algo a lo que uno, como persona, como ser humano tenga el derecho de que se le otorgue y ya.
De igual forma uno debe de pagar por el servicio. El derecho es asequible.
Al irse el cubrebocas por la disminución de los casos de infectados por Covid, regresa el corte por el servicio no pagado. Pero en el caso del recibo por el consumo de agua, el corte no llega como sí por la luz o el gas. Donde se corta en el mismo mes que llega el recibo.
Para el del agua, el corte llega a partir del tercer mes que no se cubra el importe. Lo que es lo mismo a casi el cuarto mes de no pago. Ergo, aquella cuenta que se suspende es porque tiene un adeudo mínimo de tres meses.
Para restablecer el servicio solamente hay que acudir a cualquiera de nuestras oficinas y hacer el pago correspondiente por la reconexión que es de 195 pesos más el importe que se adeuda.
Claro que hay casos en que debido a que el servicio no se suspendía por falta de pago, hay cuentas que tienen 12, 24, 48 o más meses sin pagar. No se había suspendido el servicio por diferentes motivos ajenos a la pandemia.
Si fuere el caso, se recomienda a la persona titular de la cuenta acercarse a la oficina de atención múltiple de la J+ y procurar que le hagan un convenio de pago y regularice su cuenta. Lo mismo para la persona que acredite posesión o renta del inmueble. El requisito fundamental es que no haya tenido descuentos previos en un tiempo mínimo de un año.
En la J+ hacemos convenios y descuentos todos los días. Hay muchas cuentas que presentan rezago. Algo que ni en la CFE o en las compañías de gas le permiten a quienes tienen una cuenta. El corte es fulminante y no hay descuentos.
Con el agua se tiene la idea de que no se debe de suspender el servicio porque es un derecho humano. Es cierto, pero se pasa por alto el que el derecho es asequible, de acuerdo con la Constitución. Entonces, es la labor del departamento de cobranza realizar los cortes y el de agua potable dotar del líquido. El de alcantarillado, ver por el saneamiento y tratamiento del agua residual. Y del consumidor pagar a tiempo su recibo para evitar el corte o suspensión.
En la J+, si tú haces tu parte, nosotros hacemos la nuestra.
