Javier Armendáriz Cortez.- Debido al Covid-19 he tenido que reinventarme y buscar hacer entrevistas en línea o invitar a tomar un cafecito en privado a los artistas. Esta vez la cita fue en la casa de la anfitriona y cantante Liliana Zermeño, quien nos acogió a la cantante Liz Nohemí Perea Navarro y a su servidor, para comer juntos, hacer la entrevista y disfrutar de una bohemia a dúo de estas dos extraordinarias cantantes.
¿Qué relación tiene el amor con el canto?
Toda, porque la música le habla al amor. Si estás contento cantas y si estás triste, cantas por amor.
¿A qué cantantes admira?
Lola Beltrán, Lucha Villa, Lucha Reyes, Rosita Quintana, Beatriz Adriana, Rocío Dúrcal y Ana Gabriel. Pero de niña escuchaba más a Ana Gabriel y a Rocío Dúrcal.
¿Cuándo se dio cuenta que tenía talento?
Soy ingeniero en gestión empresarial, pero un día me di cuenta que era más fuerte mi aportación monetaria en la música. Me di cuenta que lo que me gustaba hacer sí me retribuía. Y desde ahí me dediqué cien por ciento al canto.
¿Ha participado en concursos de canto?
Sí. Y he ganado muchos concursos. Pero le voy a platicar que cuando yo estaba en la preparatoria la maestra Alma Rosa Arenas, que era la directora, cantaba y cuando era su cumpleaños le traían el mariachi y ella cantaba y lo hacía precioso. Pues ella fue mi primera maestra de canto, de ahí empecé a concursar en todos los eventos de zona, de sector, de estado y nacionales. Todos los concursos me han hecho crecer. En el último concurso de bolero me fue muy bien, pero yo estaba concentrada en la música de mariachi.
¿Qué le gusta cantar más?
El género ranchero, el falsete y la canción bravía.
¿A qué edad empezó a cantar?
A los 3 años mi mamá me grabó en un casete cuando se dio cuenta que yo ya pronunciaba las palabras más claras y que me gustaba cantar.
¿Ha realizado algún trabajo por beneficencia?
He estado cantando en algunos albergues. Por ejemplo aquí en Ciudad Juárez en El Manantial. También he apoyado ministerios de la iglesia y asilos, depende donde me pidan apoyo, si es una necesidad o una causa, me pongo la camiseta.
¿Tuvo presentaciones regulares en algún lugar antes de la pandemia?
Antes de la pandemia estuvimos todos los domingos en el San Martin de Las Torres con la compañía de Danza “Esto es México”. Ahí realizamos un show mexicano.
¿Cómo define el éxito?
Para mí, es sentirse feliz con lo que estás haciendo.
¿Cómo se ha reinventado durante la pandemia?
Tenía muy abandonadas mis redes sociales y ahora no. De un evento que estaba programado llamado Circuitos Regionales y que estaba programado para octubre de forma presencial, nos acaban de informar que se va a realizar ya sea presencial o virtual, y por eso estoy contenta. Yo he aprovechado el Covid para sembrar. Siempre tengo a la mano mi currículo artístico y trabajo bajo proyectos con Covid o sin Covid. Hago videos en vivo los jueves o el domingo para los días más conmemorativos como el Día de la Madre, el Día del Padre. Mis vestidos regionales me ayudan mucho y mi fotógrafo Samuel García me apoya muchísimo y no me deja sola.
¿Cómo cuida su voz?
Me gusta mucho dormir y no tomar muy caliente ni muy frío, además de mantener mis clases de canto con el maestro Eduardo Ruiz.
¿Ha hecho proyectos con aristas de otros géneros?
No que yo lo haga, pero participo en el Rincón Cultural con Blanca Tiscareño y en Noches de Bohemia con Joaquín García Valle, donde se reúnen artistas de diferentes géneros. También he cantado en La Rancherita haciendo un homenaje a José Alfredo Jiménez junto a Sergio Nava. Tuve clases de pintura por 5 años con la maestra Susana Gómez. He sido concursante de pintura. Siempre me ha gustado el arte.
¿Qué consejo le da a los jóvenes?
Que aprovechen el tiempo y vayan a buscar sus sueños. No sé si sea Dios o si sea el Diablo, pero ahí está una puerta, así que ¡atrévete!
¿Cuál ha sido su escenario más grande?
No importa el escenario sino la calidad del evento. A mí me ha tocado cantar en la Concha y en el Centro Cultural Paso del Norte. Te preparas por mucho tiempo, pero en 2 minutos lo tienes que dar todo en el escenario. Otra presentación que disfruté mucho fue el Concurso Nacional de Bolero, por abrir con música mexicana. No canté lo que ellos pedían, sino lo que yo canto, pero toda la gente lo disfrutó. A lo mejor puedes tener mucha gente en un lugar, pero pasas como otro cantante, mientras que otro público te puede apreciar más.
¿Cuál es la canción que más le piden?
Cuando estaba en Parral, era “La noche de mi mal”. En aquel entonces la cantaba con el alma, y después me han pedido “El pastor”, “La cigarra”, “Aires del Mayab”. Son canciones de folklore muy bonitas. Otra es “El desdén” y me gusta cómo la canta mi tía Liliana Zermeño. El año pasado estuve todos los días en el San Martin de la Lincoln con el Mariachi La Diferencia y la gente ya me conocía y me pedía ciertas canciones como “Cucurrucucú paloma”, “Los laureles” y “Paloma negra”.
¿Sus planes?
Si la pandemia me deja tengo fechas para el 15 y 16 de septiembre en el Teatro Octavio Trías para presentar canciones de cantantes chihuahuenses, y se llamará “Bajo el Cielo de Chihuahua”, que se irá de gira a Namiquipa, Delicias, Jiménez y Guachochi como circuito regional. También estoy trabajando con el maestro y arreglista Ernesto en una canción inédita llamada “México”. Esta canción me pidió que la cantara el compositor Pinzón. Solo tengo un disco grabado que se llama Folklore y uno que otro sentimiento.
¿Algo que quiera agregar para los lectores de Juárez Hoy?
Antes que nada agradecerle a Usted, Javier Armendáriz Cortez y al periódico, por la oportunidad y por haberme tomado en cuenta como artista chihuahuense. Me encanta vivir en Juárez y ya soy de Juárez y aquí puedes conseguir todo lo que quieres en la música. Yo le digo a la gente de Juárez, muchas gracias por ser gente tan linda.
