Daniel Martínez.- Buen día, espero estés teniendo una muy bonita semana. Hoy te hablaré de un tema que me pidieron a través de mis redes sociales y este es: LÍMITES SANOS
Primero que todo, ¿qué son los límites? ¿Y para qué nos sirven? Un límite es el punto donde inicia o termina algo, puede ser un valor como el respeto, un espacio, algo que nos puede resultar agradable o no, hasta donde termina esa delgada línea entre lo que somos nosotros y hasta donde empieza alguien más. Conocer nuestros límites nos sirve para relacionarnos de manera adecuada con los demás e indicar qué es lo que aceptamos en nuestra vida y que no.
Los límites los establece cada persona y son diferentes para cada quien, ya que ayudan a respetar los derechos y bienestar de cada individuo, tanto físico como emocional; esto quiere decir que cada uno como adulto es responsable de saber y hacer valer lo que le hace bien y para esto es importante que trabajemos en conocernos a nosotros mismos, en trabajar nuestra autoestima y amor propio.
Establecer límites es una tarea personal, en la que nadie va a venir a decir a cada quien qué es lo que debemos o no aceptar, por supuesto debemos considerar que nuestros límites no atenten contra los derecho de otra persona y le hagan daño.
Aun así existen personas que creen que al hacerlo estamos menospreciando a los demás o que no somos empáticos con elles y el resultado de creer esto es un sentimiento de culpabilidad, creencia que lo único que hace es que no nos respetemos. Nuestros límites deben ser lo más claros y explícitos posibles, hacerlo es algo que no le hace daño a nadie que nos respete y que nos aprecie, solo incomodará a quien no pueda aprovecharse de nosotros.
Marcar nuestros límites es algo que vamos aprendiendo a hacer desde muy pequeños y que no termina nunca. Este tipo de habilidades se entrenan y se fortalecen practicándolas, así que pon límites en tus relaciones, si te es complicado reflexiona qué pensamiento es el que identificas, tal vez existe un temor, tal vez exista un recuerdo que viene a tu mente que no te es agradable.
Sin duda, no es algo del todo sencillo para quien jamás lo ha experimentado o para ti que apenas quieres empezar a establecerlos, pero te recomiendo que seas consistente en ellos, que te respetes primero a ti, que no te hagas daño a ti al romperlos, que no te juzgues cada vez que quieres establecer alguno y que mejor te quedas con la impotencia de no haberlo dicho… piensa si tus límites le hacen daño a alguien o si te está haciendo daño a ti no marcarlos.
Y si tú o alguien que conoces requiere apoyo especializado con este u otro tema, no dudes en contactarme. A mí me encuentras en Facebook como Psicólogo Daniel Martínez y en Youtube con el #Fronteramental.
Y no olvides que tus límites están en donde tú quieras, en donde ubiques tu FRONTERAMENTAL



