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La realidad de la frontera

Jorge Quintana Silveyra.- Vivimos en la frontera, la mejor frontera del mundo, decimos los juarenses con orgullo, pero, ¿cómo vivimos nuestra cotidianidad?

Con la esperanza de que se mejore la economía, la nuestra, la micro dirían los expertos, eso nos servirá de base para decir cómo estamos.

El próximo martes Plan Estratégico presentará  su informe “Así Estamos Juárez” y esto servirá para darle un repaso a nuestra realidad; mientras tanto, vamos procesando datos de diferentes agencias sobre Juárez y su realidad.

En Juárez y Chihuahua capital se concentran el mayor número de personas en situación de pobreza, aquí casi quinientos mil personas viven en pobreza, la realidad es que este flagelo se ha urbanizado y nos demuestra que hemos retrocedido en todo el país, cada día en México hay más pobres.

Las cifras de deserción escolar en todos los niveles también son preocupantes y se agudizaron por la pandemia, por la dificultad de acceso a la tecnología, conectividad y equipos, el rezago educativo, para el periodo de término (si es que lo hay), de la crisis sanitaria será definitivo en la vida económica y social de Juárez.

La inflación económica en el primer trimestre es del 6% y esperemos que al fin de año, al menos sea igual, sino es que peor. El problema de cierres de empresas, de pequeños y medianos negocios, también ha generado desempleo, más riesgo de pobreza y caída de la producción y del comercio.

La impunidad crece cada día, los homicidios y los feminicidios aumentan, la violencia intrafamiliar se destaca como el problema más agudo en el tiempo de la crisis sanitaria, los delincuentes se pasean por las calles sin preocuparse de que les detecten las cargas de droga y de armas, son parte ya de la nota diaria y desgraciadamente cada vez más jóvenes y más mujeres son involucrados en el crimen, en algún lugar de la escala de las organizaciones.

Los integrantes de los cuerpos policiacos de prevención y persecución del delito, hacen lo que pueden, con lo poco que tienen de equipamiento y el riesgo para su integridad física se acrecenta.

Mientras tanto, el titular del Poder Ejecutivo federal se pasa las mañanas denostando y criticando, el resto del día, quién sabe qué hace. Los fines de semana de gira por algún lugar de la República y solo se reúne con el gabinete para sus informes. Ignora olímpicamente a los delincuentes, tal vez piensa que si no están en su agenda, no existen, en el ínterin, éstos se disputan los estados, sus territorios, a fin de cuentas, no existe una política pública que los ponga en peligro.

Cuentas alegres, cuentas tristes, cuentas preocupantes, según la óptica del sector público, privado y social que evalúe la situación local, estatal o nacional.

Pero, mañana será otro día, a empezar con renovada esperanza las tareas cotidianas, esperando que solamente sea una pesadilla y el día nos demuestre que tenemos razón.

Siempre podremos salir adelante,  llegará alguna oportunidad en el futuro y esa debe ser nuestra motivación.

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