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La política es el arte de lo posible

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Si bien la definición es muy amplia al referirse a las actividades que se desarrollan para resolver los problemas de la convivencia humana, también hay que destacar que sus actividades se encaminan de manera preponderante hacia sus gobernados. La agrupación natural de los seres humanos lleva a la conformación de grupos llamados partidos y desde esas plataformas se busca instalar gobierno con determinadas características sociales.

En fin, en la política se toman acuerdos entre los grupos o partidos que arriban al poder. Se dice que el mejor tratado político es el que se pueda tomar estando de acuerdo. También se ha dicho siempre que en la política la unanimidad es sospechosa, de ahí que ceder es parte de los acuerdos entre los partidos. 

Al respecto dice Fernando Savater: “En una democracia, la unanimidad es sospechosa. La democracia no tiene que crear la armonía, sino civilizar la desarmonía y las discrepancias”.

Sirva esta introducción para mencionar la importancia de los equipos de los que se rodean los políticos que ganan elecciones para ocupar cargos de administración de gobierno. Los nombramientos en muchos de los casos obedecen a compromisos políticos que no siempre dan fruto, otras veces son otorgados por amistad o admiración y respeto a un personaje, pero nunca o casi nunca por oposición o examen de capacidades para cada uno de los puestos. En resumen, los políticos apuestan por sus equipos, además de responder a sus alianzas. 

México, el estado de Chihuahua y nuestros municipios han sido gobernados de esta manera y los resultados son muy diversos, desde muy desalentadores hasta los que han sido medianamente aceptados o aprobados.

Sabemos que en los países desarrollados hay quien siendo Primer Ministro acude a su puesto en una bicicleta, o como Ángela Merkel que ha sido electa cuatro ocasiones consecutivas para encabezar gobierno en Alemania con diferentes y diversas coaliciones, y sigue siendo una persona sencilla, ama de casa y con excelentes resultados de su gestión, además, sólo por mencionar algo que la pudiera marear: fue nominada por Forbes como la mujer más poderosa del mundo en 2020.

Trasladar a nuestra realidad esas experiencias es imposible, por ahora, pero creo que ya es tiempo de que tengamos mejores equipos de gobierno que se empeñen en dar resultados sociales claros. 

Chihuahua, por ejemplo, tiene que priorizar la atención a la deuda que le han dejado los últimos dos gobernadores. El tema de agua es otra prioridad en la que deben enfocarse a negociar con el Gobierno Federal. Si el tratado es tan benéfico como nos dicen, entonces que compensen a Chihuahua o a sus agricultores como se hace con los estados productores de petróleo. Encontrar una solución es imperativo.

La educación es otro de los temas en los que el estado debe meterse a fondo y presentar resultados que den oportunidad de estudiar a todo el que quiera y no solamente al que pueda hacerlo.

En un estado como el nuestro es vital que los insumos lleguen rápido a donde se requieren, al igual que lo que se produce en su amplio territorio salga rápidamente a los mercados. De esta sencilla reflexión se desprenden una serie de acciones que pueden ocupar no a uno sino a varios sexenios.

Las esperanzas son lo único que nos queda. Échenle ganas, ya hace falta que la gente tenga algo de que hablar bien y, por qué no, también de vivir mejor.