Dr. Arturo Castro.- Escribir sobre temas fundamentales en la vida humana como el amor, es un cuanto tanto más difícil que sobre los asuntos políticos que ocupan a todas horas a la sociedad.
Realmente es una elección fácil cuando la razón existe y asiste al pensamiento; claro, según la cultura adoptada en forma natural o impuesta.
En la vida del hombre, la mujer siempre está presente porque exhorta y enjuicia los sucesos de la vida cotidiana, asumiendo miles de posturas que permiten entender aquello que no se entiende por otros medios.
La mujer es un misterio que a veces aleja a la razón del pecado, reflejando una situación que permite amar sin compasión, obteniendo resultados productivos en el ambiente laboral, al igual que el personal.
El hombre se levanta dentro de una tempestad originada por la lucha de género que realiza un llamado a la igualdad de oportunidades y circunstancias, cuestión que la mujer observa diferenciando el pasado y el presente.
La sociedad tiene las maravillas de la vida: El hogar, el trabajo, los miedos y las confianzas, la certeza de cómo se atraviesa el conocimiento como si nada, el sol que ilumina y una oscuridad somnolienta.
Vivir la vida es lo mejor que le pueda pasar a cada quien: se canta para soñar sin descansar, hombres y mujeres son correspondientes en forma natural, aunque hay quien tiene otras tareas a realizar.
Los sueños invitan a saludar el pasado, el presente y el futuro, respetar los rituales habidos y por haber jugado los juegos que todos jugamos, teniendo creencias de la más diversa índole.
El sueño sin utopía existe, la mujer está siempre presente en el hombre al inventar su existir, hoy lo referente a equidad y género requiere el compromiso de ser correspondido.
En esa inmersión me ocupa una gran mujer, de ojos vivos y mente abierta, que reconoce y sabe lo que quiero, cuya función complementa el compromiso que da lugar a la familia como núcleo de la sociedad.
IN23 es cómplice de la historia personal que permite compartir ideas agradables sin heridas, al igual que aquellas en donde la pena pesa sobre la democracia dictatorial o libre representativa. Gracias a la vida que me ha dado tanto, va de la experiencia política a la vocación docente por demás.
Gracias Violeta Parra por tan excelente frase, de ahí la búsqueda de reconocer a la mujer a través de un artículo político como parte de la comunicación social cotidiana.
La vida es sueño, decía Lope de Vega; entonces, dejar las preocupaciones de cómo crece cada quien, el amor de vez en vez, entonces representa algo superior a aquel psicoanálisis de Sigmund Freud en la mente del ser humano.
Sin cobardía le declaro mi amor a la doncella que se convirtió en reina, IN23 acapara esa atención en un hogar que comparto sin necesidad del aparato político que deguste gran parte de mi vida.
Los sueños existen en forma colectiva y personal, la lectura política tiene inmersa a toda una sociedad, habla del problema de todos y de cada quien, hoy sin querer hablar de ello, se manifiestan estas palabras como lo mejor de lo mejor.
Jugar con la vida y el amor es cosa personal, desde niños, jóvenes y adultos se ve la forma de ser y estar en este mundo que va de la gracia a la venganza.
Lo que se dice que no se ve, es lo que se ve. La política carece de amor que renace con el sol cada mañana, es el sueño de saber amar sin preguntas y por tanto sin respuestas, de ahí la presente lectura personal.
“Cuando un hombre ama a una mujer”, es una gran canción que escribió Calvin Lewis en aquel nostálgico 1966, sin nada de aburrimiento, cuenta la realidad de la fidelidad a través de esta conformación artística.
La mujer es el resumen de los sueños del hombre. A la primera mentira espero la corrección, que saliendo de la chistera solo será la admiración a la perfidia que a alguien persiguió.
Lo anterior solo es un receso de renovación para analizar la cosa pública que tiene mucho de política hacia este 2024. IN23 en el sueño de la vida, significa vivir una gran vida.
