Las naciones que se duermen, morirán o despertarán esclavas. Mustafa Kemal Atartuk, estadista turco
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- Seguros estamos de que no nos lo van a creer, pero estamos cumpliendo nuestros primeros 83 años 83 de vida, la fiesta del patriarca ha sido en grande; ya pagaremos las consecuencias de los excesos, por lo pronto ¡salud! y que ruede er mundo.
Para entrar al tema, permítasenos escribir lo que más o menos entendemos como oposición: El conjunto de grupos o partidos que en un país, se oponen a la política del gobierno o el poder establecido por un autócrata como el de la 4T, de cuyo nombre ya ni quisiéramos acordarnos.
¿Hay oposición en México? Unos dicen que sí, otros dicen que no y los menos, que sí existe, pero que está dormida en sus laureles; que no ha sido capaz o no ha querido detener la carrera rumbo al precipicio a donde el nativo de Macuspana, lleva a México y ahora con un punto de partida, Mexicolectivo, esa incipiente oposición, quiere enfrentar al agitador más poderoso de México, en la sucesión presidencial.
Este conato de oposición está integrado por mucha gente pensante, incluidos políticos de otros tiempos; el problema es que todos estos personajes, que en su momento de gloria, no dejaron huella por donde pasaron, desaprovecharon la oportunidad de oro que tuvieron para transformar al país y las instituciones que estuvieron bajo su influencia.
Hace años, al PAN de Manuel Gómez Morín, uno de “Los Siete Sabios” de México, se le llamó la fiel oposición. Si en México realmente surge una verdadera y fuerte oposición, ¿podrá sacar de Palacio Nacional a morena? ¿a… ustedes ya saben quién? Porque éste no se va a dejar, ténganlo por seguro, así no haya podido someter hasta la fecha, a los medios impresos y electrónicos a que se subordinen a lo que él llama “la revoluciión de las conciencidas”, pero al parecer, ya se aprobó una ley de la comunicación social y ¡aguas!, recordemos que… al diablo con las institucioinbes y no me vengan conque la ley es la ley.
Como remate, vamos a ponernos chocosos, la edad nos lo permite porque ya estamos más allá del bien y del mal: Libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre. Vale.