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La corrupción

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- ¿Alguien ha notado que las aduanas mexicanas son ahora un ejemplo a seguir o no han notado cambios? ¿Siguen los moches? ¿Sí? ¡No lo creo! Porque ahora la administran marinos y soldados. Así que no puede ser.

¿En las carreteras ya no les quitan uno o dos de a 500? ¿Sí? ¡No puede ser! Son la Guardia Nacional, no los policías de caminos corruptos de antes. ¿Los agentes de Vialidad en Juárez son honestos o lo siguen esquilmando? ¿Sí? ¡No puede ser! Ya no hay corrupción.

Manejar de noche en Ciudad Juárez es de terror. Un agente de Vialidad es casi o más que el alcalde, si le pareció que hiciste un medio alto, sueltas 500 o dos o te vas al corralón y de paso detenido por levantar la voz. ¡Bueno, ni el alcalde es tan delicado!

Estacionas tu auto en un centro comercial como Misiones y a la salida ya no tiene los tapones centrales de las llantas. Está ese estacionamiento lleno de chavos que enceran y lavan, dices que no, te rayan el vehículo o te roban las tapitas, sueltas dinero con ellos y hasta te dicen jefe y te cuidan el auto. ¡Ja ja! ¡Viva México!

Además, déjeme protestar y protestar con la fuerza de cualquier ciudadano bien nacido en Chihuahua. Protesto por el trato criminal de omisión de cuidados que le dan a César Duarte en la prisión de Aquiles Serdán en la capital. La omisión de cuidados, mata. Alguien debería informarle a la gobernadora que ese es un crimen de lesa humanidad. Negar los servicios de salud a alguien que está siendo procesado por delitos que solamente existieron en la boca y en la lengua viperina de Javier Corral. Ojalá y nos escuchen, porque la justicia debe ser pareja para todos y no ensañarse con alguien en particular. No sé por qué la saña, no sé por qué tanto odio contra César Duarte.

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