Inicio Frontera Juan Carlos Loera De la Rosa: Un político por convicción (I)

Juan Carlos Loera De la Rosa: Un político por convicción (I)

Nacido y crecido en Ciudad Juárez, el diputado federal Juan Carlos Loera De la Rosa, un político por convicción, es ingeniero de profesión. Creció en un hogar con mucho amor y valores, pues en su familia siempre hubo la solidaridad y ayuda al prójimo.

Ahora quiere ser gobernador de Chihuahua porque considera que todos tienen derecho a vivir en un tiempo mejor y para que los chihuahuenses tengan acceso a escuelas, parques, salud que les brinden una vida mejor.

Es el menor de cuatro hermanos: Carola, Manuel, Sergio y Juan Carlos y hoy recuerda su infancia fue feliz y que su mamá siempre les inculcó que, de todos los familiares, siempre los más cercanos son los hermanos.

“Siempre nos dijo que nos amáramos y afortunadamente en mi familia hemos sido buenos hermanos, nunca nos hemos distanciado, siempre nos procuramos a pesar de la diferencia tan grande entre uno y otro, son seis o siete años entre uno y otro.

Recuerda que su mamá siempre veía por los demás, era muy generosa. Su hermano Manuel participó en los movimientos urbanos de los años 70 porque eran momentos antidemocráticos y fue entonces cuando empezó su lucha por la libertad.

Infancia y juventud

En su casa siempre había libros de Karl Marx y otros autores. Su primera marcha fue cuando tenía 8 años en la Alianza Cívica Democrática que dirigía Roberto Vázquez Muñoz, en la que participó entregando de volantes y realizando otras actividades.

Egresó de la Escuela Jesús Carranza y de aquellos años recuerda a un maestro que siempre les hablaba de las causas sociales. Era un admirador de izquierda que les inculcó la filosofía marxista.

Su padre fue presidente de Ascensión y de él recibió el mejor ejemplo, pues no tenía vicios, era hombre de rancho, era agricultor y mecánico y aunque no era político la gente lo buscaba para contarle sus problemas.

Uno de sus valores es el amor al trabajo y sonriente recuerda que su primer empleo fue con su mamá que era contadora, con quien aprendió la mecanografía y le ayudaba a hacer la nómina de pequeños negocios. Además, ella siempre le pagaba por sus servicios.

Aunque trabaja desde sus años de preparatoria, Juan Carlos Loera se casó a los 20 años y es padre de tres varones: Juan Esteban, Emilio Sebastián y Óscar Ezequiel. Mientras estudiaba Ingeniería, tuvo varios empleos.

En 1996, cuando nació su hijo, empezó su negocio de venta de muebles para patio y esculturas que ahora exporta a Estados Unidos, Canadá e Inglaterra. De esta última se exporta a otros países.

Eran los inicios del internet, herramienta que le ayudó a localizar a algunos clientes en varios condados de Estados Unidos, hasta donde fue a vender los productos en vivo, se los ponía en la puerta, casi andaba de casa en casa.

Su vida en la política

En ese tiempo no tenía aspiraciones políticas, pero “pensaba que todos tienen derecho a vivir de una manera mejor, que todos tengan derecho a banquetas, escuelas, parques, a la salud… Esa ha sido mi aspiración”.

Nunca se imaginó que la izquierda en la que militaba en los 80 y 90, llegara a tener la contundencia que tiene ahora que gobierna al país. “Éramos contestatarios y muy pocos, me afilie al Partido Mexicano Socialista en 1988 cuando Edeberto Castillo fue aspirante a la presidencia y declinó en favor de Cuauhtémoc Cárdenas. Después se fundó el PRD, donde empecé a militar, en 1995 cuando mi tío Gustavo De la Rosa era el dirigente”.

Subrayó que nunca escuchó decir que el PRI fuera de izquierda, en algunos libros de texto se decía que crearon algunas instituciones sociales como el Infonavit y el IMSS, “pero desde que yo tengo conocimiento, los gobiernos del PRI siempre se dedicaron a pulverizar el patrimonio municipal, a ponerlo al mejor postor, se abandonó el derecho a los trabajadores, como el principal de tener un ingreso digno desde el principio de los ochenta”.

Ese modelo de crecimiento económico que impulsaron desde el gobierno de Miguel de la Madrid, establecía que si los mexicanos tenían mejores ingresos no ayudaban a la economía porque había inflación o devaluaciones y ocurría todo lo contrario: había devaluaciones, inflación y los trabajadores ganaban cada vez menos, puntualizó.

“Esa ha sido una de nuestras causas, que los trabajadores tengan mejores ingresos, que se respeten los derechos laborales, que haya atención al campo, a los productores y campesinos que tienen más necesidad, creo que el PRI se alejó de eso” indicó Loera.

Desde 1995 su tío Gustavo De la Rosa, que es diputado local, ha sido uno de sus principales motivadores y un gran ejemplo de congruencia y de lucha. “Es abogado, convivía mucho con él y veía que su principal labor como profesionista era defender a los trabajadores y a los más pobres, eran causas muy justas y ayudaba al ámbito político”, relató.