Javier Armendáriz Cortez.- Conocí a Isabel hace poco más de dos años, pero fue hasta el año pasado cuando empezamos a tener un trato más cercano, gracias a la Feria del Libro. De ahí, yo le extendí una invitación para presentar un libro de Manuel Pérez Petit, escritor español que en esos días visitaría la ciudad con sus libros.
Nos tocó a los dos presentar el libro “La Vida es un Tango por Calderón de la Barca”, del autor español antes mencionado y desde entonces se ha dado entre nosotros una amistad de respeto y admiración.
Este año 2020, ella nos presenta de manera virtual “Los Rezanderos”, su más reciente novela corta, editada por Búfalo Press, editorial con base en Nuevo México. No te la puedes perder este sábado a las 7 p.m. por Facebook Live en Brown Buffalo Press.
Isabel nos captura desde la primera página:
Rufino se levantaba todas las mañanas y no hacía más que mirarse por unos minutos en un pedazo de espejo. Se observaba en ese fragmento de vidrio que aún conservaba del ropero que destrozó a hachazos en un ataque de ira: “Si no juera sido por ese grano, yo estaría resanote”. (Pg 1, Castillo, 2020)
Aquí podemos ver cómo la descripción de la acción del personaje y su vocabulario coloquial y autentico nos hacen sentir ahí, a un lado de él o en el televisor admirando la trama de esta novela, bueno, más bien adentrándonos en la lectura.
Más adelante también nos habla de lo profundas que son las amistades en ese pueblo y ese tiempo histórico, cuando leemos: La amistad que antes creía sólida con Simón y Rufino se esfumó. La muerte del primogénito de sus padres fue de alguna manera la suya propia. Su único refugio fueron los libros de su abuela, después, su amistad con Los Rezanderos (pg 40. Castillo, 2020).
Si ha leído “Como agua para chocolate” o a Juan Rulfo, “Los Rezanderos” le dará ese aroma de pueblo, de amistades largas y profundas y de familia.
“Los Rezanderos” será todo un éxito, ya que la trama nos invita inmediatamente a leerlo y nos lleva a la reflexión y la autocrítica para así ir ampliando la conciencia. Esta novela nos impulsa a defender nuestra identidad y a recordar nuestro origen.
Nos exige poner un alto a la discriminación y luchar por la integración, igualdad e inclusión entre todos los seres humanos.
Como lo expresa Isabel, el sexo, el género, el color de la piel, la raza o las creencias no determinan ningún parámetro a seguir.
Isabel Castillo-Cortés es una mujer aguerrida, que lucha por triunfar tanto en México como en Estados Unidos y España y así lo ha hecho toda su vida. Al ser entrevistada nos menciona que como escritora se esfuerza por ser auténtica.
Recoge anécdotas y crea un mundo alrededor de ellas, un mundo que lleve impreso su cultura. En esta segunda novela lo hace usando el lenguaje coloquial, arcaico, a veces lúdico, a veces crudo. Hace honor al lenguaje real de los personajes que aquí se manejan.
En estos días ella estará promocionando su nuevo libro en Ciudad Juárez, El Paso, Nuevo México y algunos otros puntos de Estados Unidos como ya lo ha hecho en el sur de México.
Cabe mencionar que en la pasada Feria del Libro de la Frontera presentó su primera novela, “Aurora”. En España publicó cuentos y poesías en varias antologías.
Ella habla de temas contemporáneos que le preocupan a la mujer moderna, pero en su más reciente texto, habla de temas que nos interesan a todos como sociedad. A Isabel le motiva poder expresar a través de la escritura su sentir y el de los personajes ficticios que viven en su imaginación. Una de sus inquietudes es llegar a infinidad de lectores.
A Isabel Castillo-Cortés le interesan los conflictos sociales y culturales, por eso, no tiene miedo a exponer en sus novelas la lucha de clases, la defensa del género, la búsqueda por la equidad, decir la verdad a pesar de las consecuencias familiares, exponer la violencia intrafamiliar y muchos más.
Es hoy por hoy una de las mujeres más entregadas a su preparación como escritora, tiene tres hijos y es doctorante de Literatura Hispanoamericana.
Isabel tiene seis años escribiendo de manera profesional y se abre caminos cada vez más. Ahora vive en El Paso, Texas, pero se considera más mexicana que el nopal. Cabe agregar que acaba de firmar para reeditar y distribuir sus novelas en toda la República Mexicana, España, Colombia y Argentina.