Raúl Ruiz.- Cerramos el año con entusiasmo, la mente burbujea con especial atención hacia las novedades tecnológicas que están por dominar el mundo. Una de las cosas importantes que debemos atender es lo que se denomina, EL INTERNET DE LAS COSAS.
¿Qué es? El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) es una tecnología que permite la conexión de objetos cotidianos a Internet, permitiéndoles enviar y recibir datos. Esto significa que cualquier objeto que tenga una conexión a Internet y una dirección IP, como un refrigerador inteligente o una cámara de seguridad, puede formar parte de la red de IoT.
El propósito principal de la IoT es hacer nuestras vidas más fáciles y convenientes al permitir que los objetos se comuniquen entre sí y tomen decisiones automáticamente. Por ejemplo, el refrigerador inteligente puede realizar un seguimiento de los alimentos que hay en su interior y enviar una lista de compras a tu teléfono móvil cuando necesites reabastecerte o una cámara de seguridad puede detectar movimiento en tu hogar y enviar una alerta a tu teléfono para que puedas ver lo que está sucediendo en tiempo real.
Aunque la IoT tiene el potencial de mejorar nuestras vidas de muchas maneras, también presenta algunos desafíos y preocupaciones. Una de ellas es la seguridad, ya que la conexión de tantos objetos a Internet aumenta el riesgo de hackeos y ataques cibernéticos. Además, la recopilación masiva de datos por parte de los dispositivos IoT también plantea preocupaciones sobre la privacidad y el uso de esa información.
A pesar de estos desafíos, la IoT sigue siendo una tecnología en rápido crecimiento y es probable que veamos más y más objetos conectados a Internet en el futuro. Es importante que los fabricantes y los usuarios tengan en cuenta las preocupaciones de seguridad y privacidad mientras se desarrolla y utiliza la IoT, para asegurar un uso seguro y responsable de esta tecnología.
En Chihuahua, el proyecto Plataforma Centinela vislumbra la posibilidad de integrar todas las cámaras de seguridad en la entidad a la vigilancia central, además de las casi cinco mil cámaras que se supone ya tiene en su poder la Secretaría de Seguridad Pública Estatal. Es una propuesta débil todavía, pues no se cuenta con la confianza de la gente.
Yo tengo ya un buen rato echándome clavados en estos lodazales y creo que pronto estaré empapado de este conocimiento. Por lo pronto, mañana se acaba el año y lo que importa es pasarla bien para llegar al 23 con vigor y actitud.
¡Feliz Año Nuevo!
