Daniel Valles.- Ha iniciado la era de Maru Campos Galván en el gobierno de Chihuahua. No se puede dejar de mencionar. Han pasado tres días, pero igual, es el suceso de la semana. La toma de posesión de Cruz Pérez Cuéllar, de igual forma, es otro hecho importante.
Por demás está decir y afirmar que, a la nueva gobernadora, al presidente municipal, a quienes colaboran con ambos y a quienes se han integrado al equipo de trabajo respectivo, les deseamos que les vaya bien, que tengan siempre la habilidad para resolver los problemas que ni se imaginan tendrán. Y cuando necesiten ayuda, asesoría, la soliciten con prontitud y humildad.
Esa puede ser una clave para tener éxito en el desarrollo de la función que estarán desarrollando en el gobierno del estado y en el municipal. Nadie lo sabe todo. Reitero, le deseo le vaya de lo mejor a la gobernadora, María Eugenia Campos Galván y a Cruz Pérez Cuéllar, presidente municipal de Juárez. El que Maru haya decidido tomar protesta en Ciudad Juárez, es muy importante. Le augura un buen inicio a nuestra ciudad, no solo para el estado.
En veces anteriores, los juarenses hemos esperado que, desde la capital del estado, desde Chihuahua, a Ciudad Juárez le atendieran de acuerdo a la importancia que tiene en el estado y no fuera tratado como siempre, con desdén, con cierto coraje injustificado, con rivalidad como si no fuéramos todos chihuahuenses.
La gobernadora reconoce el mosaico que somos: el esfuerzo de la mujer que trabaja en la industria maquiladora, la labor diaria de los hombres que se esfuerzan por sacar adelante a su familia, de los jóvenes emprendedores, hombres y mujeres que estudian, que trabajan, que se preparan para continuar por el camino que hoy estamos construyendo todos.
Las empresas, personas que ya caminan por las calles, que ya laboran en la industria y que conforman las comunidades diversas que dan vida a nuestra sociedad juarense. El hecho de haber iniciado su gobierno aquí, en Ciudad Juárez, le ha ganado de entrada un lugar preponderante en el horizonte de nuestra ciudad, de nuestra sociedad, de la gente que vivimos aquí.
Tal vez hoy, ahora, la mujer que no es oriunda de Juárez, haga lo que dos gobernadores de esta ciudad no hicieron por su ciudad en su momento de gobernar el estado. Casualmente, del mismo sello político de la actual gobernadora.
Se esperaba, se creía y hasta se le apostaba a que Francisco Barrio Terrazas y Javier Corral Jurado harían justicia a Juárez, pero no sucedió. Las razones pueden ser muchas y variadas. El hecho es que todo quedó en suspiro y deseo.
Maru, como de seguro coloquialmente le dirá la gente y todos nosotros, sabe bien a dónde ha llegado y la clase de carga, de compromiso y responsabilidad que tiene. No solo recibe un estado en una malísima situación económica por las decisiones tomadas por su antecesor, que mostraron la intención de dejarle el mayor número de problemas posible.
Lo mencionó en su discurso. Llega como la primera mujer que gobierna el estado en toda su historia. Y esto, parece que no gustó a todas las mujeres, cosa que comentaré en otro momento, en otra entrega.
Maru sabe la situación de hartazgo que tenemos en cuanto a la situación del batidero político que se da entre la gente de los partidos y las fuerzas diferentes que los conforman. De las diferencias y egos que han impedido el desarrollo y el crecimiento que no ha estado de acuerdo a la potencia y el esfuerzo que hacemos los juarenses y en general, en el estado.
Lo sabe y lo reconoció en su discurso. Dijo: “es indispensable explicar y dejar en claro el estado en que se reciben las finanzas de la entidad… Los números hablan por sí solos, en los últimos cuatro años de la administración pasada, los pasivos totales de la entidad crecieron en 11 mil millones de pesos”.
Y no solo habló de la economía, sino de la política. Y como buena conocedora de cómo estamos en el estado, Maru hizo énfasis en que no actuará con revanchismo. Que no hostigará con comentarios y acciones en contra de quien le antecedió y como éste hizo con ella. Sin embargo, sabemos, porque la conocemos, no dejará pasar lo que no deba dejar pasar. Y si encuentra evidencias que ameriten que el Poder Judicial haga su función, lo hará.
Lo aseveró al final de su discurso: “Hoy tienen una gobernadora conocedora de la compleja situación en la que se encuentra nuestro estado y quiero decirles que estoy aquí para poner orden en la casa. Para los chihuahuenses de bien es momento de ver hacia adelante, por eso quiero decirles a todos que hoy Chihuahua tiene gobernadora”.
Maru Campos nos ofrece algo más que una amable y grande sonrisa. Su sello y su ceño no muestran ni odio, ni resentimiento, ni el desconcierto de quienes son presa de estos elementos que caracterizan a quienes actúan con la víscera, que lo dan a notar en todo lo que hacen y dicen. Desconciertan, por su resentimiento y su odio. El sello y el ceño lo muestran.
Por su parte, Cruz, el buen amigo, ya empezó bien. Como juarense sabe lo vergonzante que ha sido, todos estos años, llegar a nuestra ciudad y toparse con el muladar que existe a la entrada de la ciudad. El haberlo mencionado como una obra de inicio, indica que, como juarense, sabe lo que se requiere. Pero de eso, en la siguiente entrega.
Fuente: Juárez Hoy
(*) Daniel Valles es el Comisionado Internacional Anticorrupción de la OMPP