Docenas de miles de conductores y peatones en la frontera mexicana han tenido que esperar hasta 12 horas para cruzar a Estados Unidos porque la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) endureció las restricciones a cruces no esenciales.
La medida, que comenzó a implementarse cerca de la media noche del sábado al domingo, tomó por sorpresa a miles de conductores que se vieron en filas de longitud sin precedentes en Tijuana, de hasta diez millas de largo.
En una encuesta reciente de más de 100.000 viajeros en la frontera, se encontró que la gran mayoría de los viajes transfronterizos de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales son para propósitos que se consideran esenciales, reveló CBP.
Las restricciones han estado en vigor y se han renovado mensualmente en cinco ocasiones desde marzo, por un acuerdo de los gobiernos de Estados Unidos y México para prevenir contagios del COVID-19.
Durante las restricciones solo pueden cruzar a Estados Unidos los ciudadanos estadounidenses y los residentes legales.
CBP informó extraoficialmente que antes de este fin de semana se llegaban a contar hasta 40.000 conductores y 22.000 peatones, la mayoría de ellos sin motivos esenciales para cruzar la frontera.
(Agencias)