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Fin de operaciones de Western Union en Cuba daña a familias

LA HABANA- El fin de las operaciones en Cuba de la empresa estadounidense Western Union tiene un impacto directo sobre las familias cubanas, impedidas de utilizar una vía segura y expedita para recibir remesas desde el exterior.

El gobierno de Estados Unidos anunció en septiembre que sancionaría a las compañías norteamericanas que mantengan negocios con empresas cubanas incluidas en una Lista Restringida elaborada por el Departamento de Estado que incluye a la financiera estatal FINCIMEX, contraparte cubana de Western Union.

El argumento utilizado por la Administración de Donald Trump para cancelar el permiso de Western Union fue que FINCIMEX forma parte de un conglomerado de empresas bajo administración militar.

“Es una medida muy drástica que solo afecta al pueblo”, dijo Maritza González, una habanera de 64 años que recibe remesas desde Estados Unidos enviadas por uno de sus hijos.

En similares términos se manifestó Fé Núñez, quien aseguró que su familia vive de la ayuda que le ofrece su hermana, residente en la ciudad de Miami.

“Es una sanción muy dura, que llegó en plena pandemia, y que no afecta al gobierno, sino al pueblo”, subrayó la mujer de 56 años.

El cierre total se veía venir desde que la Administración de Donald Trump prohibió en febrero último los envíos a Cuba desde terceros países, una de las casi 200 sanciones que en cuatro años emitió ese gobierno contra la isla, a la que Estados Unidos aplica un férreo bloqueo desde hace más de medio siglo.

Entre esas medidas están la restricción de las remesas a 1.000 dólares por trimestre, la cancelación de los viajes en crucero y la reducción de las terminales aéreas cubanas a las que pueden volar las aeronaves estadounidenses.

“Esta decisión viene a coronar una saga de medidas para provocar en Cuba escasez y restricciones en la vida cotidiana de los cubanos”, explicó el periodista y politólogo cubano Iroel Sánchez.

Un extenso artículo del diario Granma este lunes acusó al gobierno de Estados Unidos de ser el único responsable del cese de las remesas, “como parte de la hostilidad planteada durante más de seis décadas”.

“Quedan así cerradas las vías oficiales y más seguras para el envío de remesas, desde Estados Unidos, por parte de quienes no pueden viajar con frecuencia a Cuba para apoyar con dinero a sus seres queridos o no desean valerse de terceras personas para ayudar a sus familiares”, señaló el rotativo.

La firma estadounidense Havana Consulting Group (HCG), estima unos 3.600 millones de dólares enviados por diversas vías de EE.UU. hacia Cuba en 2018, último año de análisis publicado. En el caso de Western Union, los montos que mueve varían de acuerdo con las fuentes que los sitúan entre 900 millones y 1.500 millones anuales.

Con unas treinta sucursales, Western Union inició sus operaciones en Cuba en julio de 1999 al aprovechar algunos resquicios de las regulaciones del bloqueo que permiten el envío a la isla de remesas en efectivo

Más tarde, y poco a poco, la compañía amplió sus servicios hasta tener más de 400 centros en todos los municipios del país, una evidencia del éxito de la relación con FINCIMEX, que hizo una gran inversión en locales, equipamiento, conectividad y preparación del personal.

Xinhua

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