Daniel Valles.- La Filoprimatosis es una enfermedad que ataca tanto a hombres, como a mujeres. Es una enfermedad emocional muy, muy grave. Una de sus características principales es que la persona filoprimatosa gusta de “enseñorearse” de las personas que están bajo su autoridad o de su poder.
Otra es que les gusta estar siempre en el primer lugar de todo. Lo hacen moviendo a las organizaciones en las que se encuentra ejerciendo el liderato o solo perteneciendo a ellas. ¿Cómo? Todo lo que suceda debe de ser de acuerdo a sus ideas. Las ideas de nadie más tienen cabida o valor en la organización. Debe de imponerlas por sobre todo y todos.
La persona filoprimatosa no se preocupa por la verdad -ni le importa realmente- sino que se interesa únicamente por su propio prestigio. Se preocupa solamente por ganar, nunca acepta perder.
La enfermedad se nota en la forma de imponer sus ideas al grupo y por rodearse de personas que le obedecen sin preguntar en lo absoluto por la validez u honradez de sus encomiendas.
Algunas personas enfermas de Filoprimatosis mantienen hasta su propio cuerpo de seguridad. No aceptan que por motivo alguno se les imponga otro. Tienen el propio y es el único que puede protegerles.
Esto es para mantener alejados a “todos esos que nos odian; nuestros adversarios”, dicen, los que bien pueden ser todos los que no piensen como ellos o todos los adversarios políticos que tengan.
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Las personas enfermas de filoprimatosis tienen su propio cuerpo de “espionaje” dentro de su organización. ¿Para qué? Para conformar “listas negras” y tratar de evitar cualquier variación en la opinión entre sus miembros. Se trata de una manipulación de manera por demás completa. Genera fanatismo.
La Filoprimatosis es la anormalidad de querer siempre ocupar el primer puesto, como en el teatro lo es la “prima-dona”.
La palabra filoprimatosis que describe la enfermedad, se compone de las palabras griegas: “filo”, que quiere decir amigo y “nosis,” sufijo que significa enfermedad y también primacía. La filoprimatosis es muy común hoy en día. Casi como el “estrés”. Presenta varios aspectos, uno de ellos es la “Filoneicosis”; donde “filo”, equivale a amigo y “neiko”, a debate, además de “nosis” a enfermedad.
Entonces entendemos a la “Filoneicosis” como quienes son amigos enfermizos del debate o las personas por demás contenciosas. Siempre están alegando por algo. Son invectivas por naturaleza. La persona enferma siempre quiere discutir sin importar el ambiente donde se encuentre.
En otras palabras, la persona enferma no deja pasar nada sin ponerlo en tela de juicio. Origina discusiones donde no existen y si se resuelven las mismas, busca otras para discutirlas. Algo así como “yo tengo otros datos”, vamos bien. Ya se aplanó la curva, etc. Nuestros adversarios que se agrupan para atacarnos, etc.
La persona “filoneika” es atrevida en sus acusaciones, elije palabras fuertes como: “Los neoliberales son hipócritas”; “cállate chachalaca”; “los conservadores que no se cansan de la robadera” y otras parecidas. Nunca le preocupa las posibilidades de ofender a alguien.
En pocas palabras, siente una atracción enfermiza hacia las discusiones y hacia las controversias. Repito, su discurso, su vida misma es invectiva, no constructiva.
¿Cómo se distingue a quién está sano? Las personas sanas saben cuáles son los asuntos fundamentales y cuáles son los secundarios. Tienen una definida escala de valores. Y principios. Saben cuándo discutir y cuándo no es conveniente. Diría mi santa madre, “no andan viendo moros con tranchetes” por todas partes.
En contraste, la persona enferma de filoprimatosis tiene valores confundidos y desequilibrados. “Infla” o exagera las cuestiones que son secundarias y siempre pasa por alto las que sí son esenciales.
Exagera también los defectos de otras personas y critica casi todo lo establecido antes de su época. Pero, sobre todo, algo que le distingue es que nunca ofrece una disculpa por nada de lo dicho o de lo hecho. Ofrecerla ocasionaría la desintegración de su ego. Lujo que no se puede permitir.
La enfermedad puede causar el deterioro total de la imagen de la persona misma o de la organización a la que dirigen, de las instituciones que conforman un país. Son una “bomba de tiempo” y deben de ser “desactivadas” para recibir toda la ayuda disponible y recuperarse. Son gente enferma. Ejercen gran autoridad e influencia sobre las personas que les siguen.
Es muy fácil manipular esa influencia de movilización. De opinión con base en la realidad del filoprimatoso, que con su sensacionalismo y el surrealismo pueda fácilmente adoptar el anarquismo, del que le separa un pequeño paso.
Lo que sería no solo grave, sino muy peligroso para la seguridad nacional. Ahí el Meollo de todo este Asunto.