Raúl Ruiz (cronista de los tiempos que aún no son).- En CJTOWN, donde los rumores tienen más peso que los reglamentos, y los comités municipales se renuevan como si fueran focos fundidos, el PAN ha decidido que es tiempo de celebrar.
No una elección, no una consulta, no una deliberación profunda sobre el futuro de la ciudad. No. Es tiempo de una “FIESTA democrática”. Así, con mayúsculas y confeti invisible. La presidenta del Comité Directivo Estatal, Daniela Álvarez, lo ha dicho con solemnidad digna de misa dominical: “La renovación de los comités municipales serán democráticos”.
El verbo en futuro plural sin concordancia gramatical ya nos da pistas de lo que viene: una democracia tan prometida como el presupuesto del IMSS en Chihuahua. Spoiler: también se canceló.
Convocatoria, registro y campaña: el circo de tres pistas
La convocatoria arranca el 22 de agosto, justo cuando el calor político empieza a derretir las máscaras. Del 22 de agosto al 1 de septiembre, los aspirantes podrán registrarse, siempre y cuando cumplan con tres requisitos fundamentales:
– Tener cinco años de militancia (porque cuatro años y once meses es demasiado amateur).
– Presentar una carta de derechos a salvo (como si fueran náufragos en altamar).
– Y, por supuesto, haber pagado sus cuotas al partido (la democracia cuesta, y no aceptamos vales).
Luego, del 18 al 20 de septiembre, se abrirá la campaña interna. Tres días para convencer a los militantes de que uno es el menos peor. Tres días para repartir abrazos, promesas y, si hay presupuesto, tortas de jamón.
El destape anticipado: ¿agua potable o ambición pura?
Pero antes de que empiece la fiesta oficial, alguien decidió abrir el refrigerador antes de tiempo. El presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento se destapó como posible candidato a la alcaldía de CJTOWN. ¿Agua limpia para todos? Tal vez. ¿Aspiraciones turbias? También.
La presidenta estatal, con tono de mamá regañona, le recordó que “está muy adelantado el compañero. Aún no son los tiempos”. Y como buena guardiana del reloj político, añadió: “Ya cuando sean los tiempos, podríamos avalar su aspiración”.
Es decir, cuando el horóscopo lo permita y Mercurio deje de estar retrógrado.
IMSS: el presupuesto que se fue por el drenaje
Mientras tanto, en otra pista del circo, el gobierno federal decidió que Chihuahua no necesita presupuesto para el IMSS. Total, ¿para qué hospitales si tenemos discursos?
El abandono presupuestal es tan evidente que ya ni los rumores lo pueden maquillar. “No lo podemos permitir”, dicen los panistas, mientras se ajustan el moño azul y reparten volantes con promesas que no caben en el Excel.
Soy el árbitro: ¿de qué partido es el silbato?
En medio de todo este carnaval, alguien se autoproclama árbitro. No sabemos si es el árbitro de la democracia, del partido, del partido dentro del partido, o simplemente del partido que se juega en la cantina de la esquina.
Lo que sí sabemos es que “la carta de presentación se las dará la ciudadanía”. Una ciudadanía que, por cierto, aún no ha sido invitada a la fiesta.
Porque en CJTOWN, la democracia es como una boda de pueblo: todos hablan de ella, pocos están invitados y, al final, el padrino termina siendo el que puso el sonido y el que decide quién baila con quién.
Epílogo: ¿Fiesta o funeral?
Así que, mientras esperamos que “sean los tiempos”, que los comités “sean democráticos”, que el presupuesto “sea restaurado”, que el agua “sea potable” y que la ciudadanía “sea escuchada”, nos queda solo una pregunta: ¿Quién trae los tamales?
Porque si esto es una fiesta democrática, al menos que no falte el champurrado.