El exrector de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Enrique Villarreal Macías, murió de un infarto la mañana de este martes.
Villarreal Macías fue catedrático del Instituto de Ciencias Sociales y Administración, convirtiéndose en el rector más joven que ha tenido la máxima casa de estudios de la frontera.
Su nombramiento causó mucha polémica ya que, contaba con tan solo 28 años de edad cuando llegó al cargo, por lo que el Congreso del Estado tuvo que modificar los requisitos para que ocupara el cargo de 1978 a 1982, pues el reglamento estipulaba que el rector debería contar con al menos 30 años cumplidos.
Durante su gestión como rector, Villarreal Macías contempló dentro de su plan de trabajo la meta de afianzar la economía de la Universidad, porque consideraba que “todos los problemas se derivaban de esto, dado que el fantasma económico azotaba a la máxima casa de estudios desde su fundación y hasta el momento no se ha encontrado un punto
óptimo en la educación.
En abril de 1979, Rafael González Garduño, presidente de la Asociación de Maestros del ICSA, señaló que la ausencia de una economía solvente impedía a la UACJ contratar maestros de tiempo completo e investigadores, o traer a catedráticos de otras instituciones para elevar el nivel académico. A su vez, el rector reconoció que los sueldos y las prestaciones que ofrecía la UACJ eran de los más bajos en relación con otras
universidades en el país y además los maestros no contaban con atención médica.
La administración de Villarreal Macías tuvo como objetivo más apremiante la obtención de recursos para fomentar y desarrollar las actividades académicas, de investigación y extensión. Dentro de este periodo, que se caracteriza básicamente por las continuas gestiones financieras ante las autoridades gubernamentales y educativas, se realizaron diversas actividades enfocadas al mejoramiento de la vida universitaria, como el curso en
sustitución de tesis para apoyar a todos los exalumnos que no habían hecho su examen profesional y se quedarían como sin título.
Un aspecto fundamental en el desarrollo de la Institución fue la normatividad de
los programas académicos. Por ello, durante la administración de Villarreal se hicieron modificaciones a los planes de estudios de algunas carreras. Para incrementar el nivel académico de los estudiantes.
Mediante el otorgamiento de becas se intentó reforzar un área muy importante para el
desarrollo académico de la Universidad: la profesionalización de los juarenses, los cuales se vieron le agradecieron su visión, pues Juárez no contaba con una universidad.
También colaboró en la función pública. En el 2012 asumió el cargo como recaudador de rentas y un año más tarde, fue nombrado como Fiscal de Investigación y Persecución del Delito en la Zona Norte.
Compañeros y amigos, se unieron a la pena que embarga a la familia del licenciado Enrique Villarreal, quien sin duda dejó un gran legado en la comunidad juarense. Descanse en paz.
