Expertos en salud mental y derechos de la niñez y adolescencia llamaron a identificar casos de violencia física y psicológica ocasionados por las medidas de confinamiento por el COVID-19, y dieron recomendaciones para evitar ese problema.
En el ciclo en línea “Convivencia Armónica y Derechos Humanos de Niñez y Adolescencia”, la psicoterapeuta en Niñez y Adolescencia, María Maldonado Cárdenas, aseguró que el encierro aumenta la violencia ya que en la psicoterapia se solía recomendar el “Tiempo fuera” como medida prevención de la violencia.
Ello consiste en que el adulto salga a caminar o se tome un tiempo fuera del hogar antes de explotar frente al niño; sin embargo, las medidas impiden que se salga como antes, por lo que “un baño o tareas domésticas como lavar los trastes pueden fungir como tiempo fuera”, sugirió.
Pidió a la población no compartir noticias falsas y a evitar la sobresaturación de información, porque el mal manejo de éstas genera ansiedad. También aconsejó hablar de los miedos que se tengan entre familia, pues esas acciones ayudan a que se calmen y a que los niños aprendan que es normal tener miedo.
La especialista sugirió a todos estar alerta en comunidad respecto a si escuchan gritos o golpes en casas vecinas y en caso de que así sea llamen sin pensarlo a la policía.
La terapeuta instó a reconocer a los adultos que sean de “mecha corta” es decir, que se enfaden de manera muy rápida y exploten con los niños, pues éstos terminan recibiendo las cargas emocionales de los mayores en muchos de los casos.
A su vez, el exintegrante del Cómite de los Derechos del Niño de la ONU, Jorge Cardona Llorens, señaló que la gran mayoría de la violencia física y psicológica contra los niños ocurre en ámbitos familiares, y es suscitado por personas que se consideran buenos padres, por lo que -recalcó- es importante vislumbrar que ninguna forma de violencia es permisible hacia los menores.