Muy buenos días, tengan todas y todos. Me complace, de verdad con mucho orgullo, con mucho agradecimiento, saludar a nuestra querida amiga, la primera mujer secretaria de las mujeres, de la primera Secretaría las Mujeres en la historia del gobierno de México, a nuestra querida compañera, Citlalli Hernández. Citlalli, bienvenida a tu tierra, a tu casa, Ciudad Juárez.
Bienvenidas sean, todas y todos quienes integran este maravilloso templete. Un saludo a nuestra secretaria Ingrid. Un saludo a nuestra presidenta del congreso local. Un saludo a nuestro presidente municipal, Cruz. Un saludo a nuestra secretaria de las mujeres del gobierno del Estado; Moni de ONU Mujeres; a mi compañero senador, Juan Carlos Loera de la Rosa, y a todas y todos ustedes.
Estamos muy contentas y contentos de que hayan elegido a Ciudad Juárez como casa del primer Foro del Plan Nacional de Desarrollo del actual gobierno de México. Un espacio plural, abierto, democrático en donde podemos establecer todas y todos, en unidad, los objetivos, las estrategias y las prioridades del gobierno que encabeza la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, primera presidenta en la historia de México, a quien le mandamos un saludo también muy cariñoso.
Partiendo precisamente de un diagnóstico que elaboraremos todas juntas, hablando y pensando en colectivo desde muchas disciplinas tan distintas, desde sectores tan diversos, el activismo. Y un saludo también a las activistas, a Red Mesa de Mujeres; Nuestras hijas de regreso a casa; al Observatorio, violencia social y de género. A las madres buscadoras también. Un aplauso fuerte para todas ellas a las madres de víctimas de feminicidio.
Este esfuerzo parte de una lógica que la doctora encabeza, la doctora Sheinbaum Pardo, y que inauguró el expresidente de la República, licenciado Andrés Manuel López Obrador, de regresarle al pueblo la política como una herramienta para restañar dolores, pero también para darnos cuenta de qué no estamos solos, ni estamos locos y en este caso de qué no estamos solas ni estamos locas. Como muchos años intentaron hacernos creer.
Que no estamos condenadas a normalizar los techos de cristal, los suelos resbaloso y pegajosos, las escaleras rotas, a las que nos han condenado a las mujeres, a las distintas violencias que sufrimos y que siempre han existido para nosotras en el hogar, en las aulas, en el trabajo, en la política, en las empresas, en la vía pública.
Este lugar nos permite precisamente pensar en voz alta cómo resolver esas profundas desigualdades a las que hemos estado expuestas y condenadas por nuestra condición de género.
Hay enormes logros, por supuesto la llegada de la primera mujer presidenta que no llega sola. Llegamos todas con ella. La llegada de la primera secretaria de las Mujeres del gobierno de México, nuestra compañera Citlalli. El reconocimiento y la garantía de la igualdad sustantiva en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, porque no basta con decir “el hombre y la mujer son iguales ante la ley”, debemos reconocer que existen condiciones materiales que nos impiden acceder de forma igual a nuestros derechos.
Celebramos también que se prohíba la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, porque igual trabajo, igual salario. Le agradecemos a la doctora la llegada de los Centros de Educación y Cuidado Infantil que serán inaugurados próximamente aquí en nuestra frontera, particularmente importante para las mujeres trabajadoras de la maquila.
Pero reconocemos también que existen enormes retos en nuestra entidad, Chihuahua se encuentra dentro de los primeros 10 lugares a nivel nacional en violencia feminicida, tenemos un reto importantísimo en materia de combate a la impunidad, nos hacen falta instrumentos legales y yo sé que nos van a ayudar en el congreso local para poder eliminar de raíz la violencia vicaria que sufren en las mujeres en nuestro estado.Queremos ese instrumento.
Y también, por supuesto, conseguir la Red de las tareas de cuidados que tradicionalmente hacemos las mujeres, que no debería ser así, con las niñas, niños, adolescentes, adultos mayores o personas con discapacidad.
Como decía Griselda Álvarez, la primera gobernadora mujer en la historia de México: “vivamos un tiempo nuevo, sin privilegios que no necesitamos, pero tampoco sin desventajas que no merecemos”, pero como nos lo ha demostrado la doctora Claudia Sheinbaum Pardo: Hoy, es tiempo de mujeres. Muchas gracias.