Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- El sistema de control del PAN a través de la militancia ha terminado y, casual, pero su fin se empareja con el de su más odiado enemigo de los últimos 100 años.
El PAN cometió el peor error de su historia, desde que pactó, en 2012 y años posteriores, con el PRI, y su escisión, aliada con la izquierda, que dio vida al PRD, porque dio la razón a AMLO de que unos y otros eran lo mismo. Salió mal y muy cara. Más para el PRD, luego al PAN que negoció mal y paga con legisladores al PRI, que lo chamaqueó.
La histórica manipulación del padrón interno del PAN, bajo el cuidado, a propósito, de una escasa militancia para competir en elecciones, al tiempo que impedían crecer el padrón y controlar candidaturas. Ahora, el PAN se abre o desaparece. ¿Tardará? Porque no creo que haya cordura en sus dirigentes.
En el PRI la oportunidad se acabó, pero no se dieron cuenta. Los sobrevivientes seguirán seis años viendo caer lo que algún día fuera el partido hegemónico todopoderoso. ¿Cambiarán? Sí, pero no como se esperaría. Unos lo harán de partido, otros sólo se van a repartir las migajas que quedan ahí.
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