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Equipaje ligero

Raúl Ruiz.- Hace unos días escribí que ando en la construcción de un claustro desde el cual comenzaré a oficiar, con hábito de anacoreta. Este espacio, obviamente, no será como las celdas medievales de los monjes tibetanos, tampoco se trata de vivir totalmente enclaustrado.

Más bien, semi-cartujo, porque hacer vida de anacoreta poscovidiano requiere de cubrir elementales necesidades, tales como un techo, alimentación, servicios de agua, luz, gas, Internet, libros y otros etcéteras; y para que eso se dé, hay que salir a corretear la liebre, porque lo de pensar y dar asesoría ya no es bien remunerado. 

Los que requieren de pensamiento, visión, propuesta y demás se alimentan de lo que opinan los “expertos feisbukeros” y con eso llenan sus alforjas.

Dije también, que las condiciones geopolíticas son tan variables, que en cualquier momento nos podríamos ver obligados a abandonar nuestro hábitat y emigrar a lugar seguro. Y dije también que para ese caso, tengo preparado ya mi equipaje elemental.

Así mesmo, como los chilangos, después del terremoto del 85, que viven con la maleta detrás de la puerta con los documentos personales de emergencia, por si los sorprende otro temblor. Tener lista una maleta es una buena recomendación.

Los políticos que aspiran a ser candidatos en el 24 deberían tomar el consejo para sí mismos. Pero no es cosa de abrir una mochila y empezar a echar los tiliches que le van sugiriendo en redes sociales. Debe llevar como contenido lo que ha podido cosechar durante su trayectoria.

Sus posibles electores lo aceptarán o lo rechazarán. El problema surgirá cuando se presenten a ofrecer los contenidos de sus alforjas y solo exhiban piezas pestilentes, obscenas y repugnantes. Pero será “piorrr” cuando los jefes de los partidos, además de aceptarlos, los impongan sobre aspirantes con mejor trayectoria y equipaje más nítido.

Estoy hablando de los de todos los partidos, pero principalmente el de Morena, porque Mario Delgado resultó muy bueno para vender candidaturas, y todo parece indicar que volverá a repetir la travesura.

Se acerca otra de las pruebas de fuego para Morena: La elección del 5 de junio. Según mis pronósticos, Morena deberá ganar al menos 4 de las seis gubernaturas en juego. Todas las posibilidades están de su lado, pero como antes dije, nomás falta que los candidatos de Morena finquen sus campañas con ocurrencias y sin el bagaje apropiado.

Las torpezas vividas en las pasadas elecciones en Coahuila, San Luis Potosí y Chihuahua, pueden repetirse. De mí se acuerdan. Más vale equipaje ligero pero impecable. Rellenos de ideas nuevas, proyectos factibles, más que fétidas maletotas repletas de estiércol y cochinadas del pasado reciente. 

¡No me hagan hablar!, diría Jalife.

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