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En política no hay garantías

Dr. Arturo Castro.- La política ofrece los más distintos escenarios, los protagonistas quieren ser lo mejor que puedan ser, la sociedad espectadora solamente confía sin intentar crecer como tal, confía y desprecia a los políticos a la misma vez.

La política ofrece campos de interacción entre el dominio y el dominado, solo se vive al parecer durante los procesos electorales, aunque todo el tiempo y en todos lados está la influencia política que hace decidir a veces indecisiones.

La sociedad civil no sabe lo que quiere, solamente ve líderes y supuestos líderes de cualquier género para saberse representados, vota y no vota sin razón, no conoce las circunstancias, solo lo que le dicen el corazón y la mente influenciados por los medios de comunicación.

Qué decir de las redes sociales que hoy son las verdaderas causas del comportamiento humano y por ende político, se dicen verdades y a la vez mentiras acerca de su entorno cercano.

La política ofrece garantías que la sociedad no reconoce por su desconocimiento del ámbito de poder, solo ve la corrupción del líder y no ve aquella cosa que lo hace trascender como escuelas, parques deportivos o calles pavimentadas.

La sociedad solo ve un espacio demacrado y no una democracia en marcha, ve políticos y partidos en desgracia, así como otros en ascenso, sin saber que son los mismos.

La garantía es importante cuando se compra algo, la sociedad compra políticos y políticas continuamente, acusa de malos a personajes como Carlos Salinas de Gortari sin avalar que realmente produjo una transformación en este país, que disfruta totalmente a plenitud.

Apoya al presidente actual sin conocer que solo es palabrería y sueños guajiros de tercera, acusa a los otros, conservadores o neoliberales, sin saber que se tiene lo que se quiere, lo que se compra con despensas o depósitos al portador.

La historia es la misma de siempre, la política es copartícipe de lo mismo que existe, una desconfianza en quien confió a la hora de votar y no recibe lo que se quiere, es un engaño, que lamento por ser parte de un sistema que se supone busca lo mejor para la sociedad.

El mejor deseo para que la política sea clara y no de engaños o de percepciones de aquellos que no saben lo que significa.