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En la Hoguera

Ser honesto es difícil, pero la libertad que trae merece la pena…  Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena en el Senado, este miércoles votó en contra del Plan B del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el tema electoral como lo había anunciado en la mañana del día de ayer y aclaró que lo hacía a título personal y no en nombre de la bancada aunque cabe destacar que también el senador Rafael Espino votó en contra. Monreal sostuvo que sabe a lo que se enfrenta, pero no puede avalar una inconstitucionalidad.

Explicó que lo único que quiere es que se respete la Constitución. “Es un asunto de carácter personal y no debe ofender a nadie porque esta es una cámara revisora y la cámara tiene esa obligación constitucional. A nadie debe extrañar que asumamos nuestros actos, no soy ingenuo y sé a lo que me enfrento. Lo único que quiero es que se respete la Constitución”.

En tribuna, Monreal recordó a Benito Juárez, al señalar que juró respetar y hacer valer la Constitución. “Así ha sido mi vida política y pública nunca ha sido para mí fácil tomar decisiones y en el documento se expresa porque se vulnera la Constitución”.

“Afirmo y sostengo que algunas de las normas que pudieran aprobarse esta noche pueden alejarse de los principios constitucionales”. 

En el futuro, las guerras serán por el agua… En el pasado las guerras se originaban por disputas de poder, al avanzar las civilizaciones, las disputas fueron originadas por los expansionismos de aquellos que buscaban más tierras, incluso la actual guerra más publicitada, la invasión de Rusia a Ucrania, se da porque Putin busca regresarle a Rusia las tierras que gobernaban como la Unión Rusa Soviética Socialista. 

Ya había invadido Georgia, Chechenia y Crimea, pero no esperaba que Ucrania recibiera la asistencia bélica de la OTAN que no está dispuesta a permitirle seguir invadiendo a los países vecinos. 

Mientras que la población mundial ha crecido a 8,000 millones de habitantes y sigue creciendo, el agua potable que solo era el 30% del agua disponible, va disminuyendo ante el mayor consumo y la contaminación de los mantos freáticos y ríos. Por lo tanto, ante el aumento de consumidores y la falta del cuidado del agua potable, causa que disminuya el suministro aceleradamente y es totalmente previsible que las guerras del futuro serán por la posesión de la poca agua disponible para sobrevivir, definitivamente es vital para la sobrevivencia y cada vez hay menos de ella. 

En ese tenor es que como estado tenemos que ser sabios en el ahorro y el uso de nuestra agua, pues como zona desértica estamos condenados a largos periodos de sequía por pocos alivios climatológicos que recargan nuestras presas y nuestros mantos freáticos, no hacerlo sería irresponsable y de una falta de visión enorme del futuro inmediato. 

Sería fallarle a nuestros hijos y nietos quienes se verán más temprano que tarde con el problema a resolver por la escasez del vital líquido tanto para el consumo humano como para producir los alimentos que requieran.

Desde hace años el estado de Chihuahua ha sido víctima de la apatía federal hacia nuestro estado, sus necesidades y sus circunstancias futuras. La Federación paga a los Estados Unidos de Norteamérica el Agua que reciben para Sonora, Baja California y Sinaloa con el agua del desierto de Chihuahua y como si esto fuera poco, la Federación le permite a Sinaloa quedarse por medio de un amparo ventajoso el agua de una presa en la Sierra Madre construida con el patrimonio y erario chihuahuense para aprovechar los escurrimientos de la Sierra. 

En el colmo de los cinismos el Gobernador de Tamaulipas Cabeza de Vaca exigió que el gobierno federal le mandara agua de las presas chihuahuenses para dar vida a los cultivos de aquel estado, agua a la que no tienen ningún derecho según los tratados internacionales de agua, ni lógica alguna, pues Tamaulipas ni siquiera colinda con nuestros ríos, más que con el Bravo y primero están Coahuila y Nuevo León junto a ellos que nosotros.

Ante la preocupación de los agroindustriales en el estado de Chihuahua que ven como Conagua saquea con extracciones del vital líquido de nuestras presas y sin que se dignen pagar al estado por el agua que se llevan, el Diputado Federal por Chihuahua Salvador Alcantar Ortega demandó a la Cámara de Diputados que se le haga un extrañamiento a la Comisión ENacional del Agua por haber ordenado la apertura de la presa “El Granero” con el único pretexto de que “se tienen condiciones extraordinarias por fenómenos meteorológicos existentes”. Parece que no saben que cuando llueve estamos obligados a ahorrar el agua porque al ser desierto nos vienen sequías que se prolongan de cinco a siete años.

Conagua expone que extrae el agua para que los excesos de almacenamiento no terminen inundando los poblados río abajo, pero se les olvida que nunca hemos tenido temporadas de lluvia tan prolongadas que provoquen inundaciones de este tipo en el estado, por lo tanto las demasías de las mismas no provocan ningún riesgo a las poblaciones que mencionan. Además que en todo caso, podrían recomendar a los agricultores de Chihuahua a sembrar y cosechar cultivos rotativos de invierno, que devuelvan minerales a la tierra y aprovechen el exceso del agua. 

El legislador Chihuahuense acusa a los directivos de Conagua de tomar decisiones sin conocimiento de la región y sus condiciones, asegurando que la extracción ordenada de 15 metros cúbicos por segundo que ya se están extrayendo, no servirán a nadie y solo perjudicarán a los agroindustriales del estado de Chihuahua. 

“Es un desperdicio y una irresponsabilidad de quienes tomaron estas decisiones”, señaló, además de que apenas nos estamos recuperando de una prolongada y atípica sequía y ya la Conagua inventó cómo despojarnos del agua que intentamos ahorrar, como si pudieran garantizar que el próximo año y el siguiente también fuera a llover tan fuertemente como este año. Ya aprovechando que tenía la tribuna con este tema, propuso a sus compañeros legislativos fueran considerando que es necesario que se realicen pagos al estado de Chihuahua por servicios ambientales a las entidades de Sinaloa, Baja California y Sonora a los que el gobierno federal nos obliga a sufragar el agua que reciben y consumen con el agua que a nosotros que somos desierto nos extraen y por la cual no recibimos retribución alguna. “Es irónico que a un estado desértico se le obligue a exportar agua”, terminó diciendo Alcantar Ortega.