Un mundo nuevo, el mismo hombre de siempre…México está constantemente viviendo cambios políticos y sociales en una dinámica evolutiva y sin embargo, en esencia seguimos siendo los mismos, los pobres siguen pobres, los abusones siguen abusando y aparte en los discursos de los funcionarios y en las promesas de los candidatos, el gran cambio, el gran salto hacia la prosperidad, la igualdad y la justicia, es solo eso, demagogia.
Las únicas diferencias radican en que a veces roban unos y a veces roban otros, pero básicamente siempre estamos siendo robados, los criminales son narcotraficantes, asaltantes, contrabandistas, hasta sicarios, pero siempre hay alguien enriqueciéndose a costa del esfuerzo de los demás.
Hay un México viejo que muere, agotado, vencido con el cinismo que dan los años de ver que nada cambia en realidad, que se adoptan frases y actitudes que nos pretenden hacer soñar con un cambio radical que dé luz a un mexicano nuevo, orgulloso de su país, dispuesto a sacrificarse aportando lo mejor de sí mismo para dejar un mejor país a sus hijos y a sus nietos.
Un México que aún huele a tequila, que no considera extraño el consumir nuestros platillos más exóticos; escamoles, chapulines, charales, moles negros, rojos, verdes, que aún se divierte en las ferias y no le importa ensuciarse los zapatos en los lienzos charros, en los palenques, los rodeos y gozar del mezcal y el pulque, que no le preocupa el colesterol, el exceso de sodio, de glucosas, que le gusta trabajar duro a la hora del trabajo y divertirse a la hora de descansar.
También hay un México que nace con ideas extrañas, ajenas, la diversidad, los derechos de los animales, que toman cerveza ligera para cuidarse del exceso de calorías, que jamás se comerían una gordita, una chalupa o un menudo, porque están hechos de ingredientes que les han hecho pensar que son dañinos, es más, no le dan a sus perros más que croquetas, para que no se enfermen o engorden, son extranjeros en su propio país, prefieren ser catadores de vinos y veganos y no creen que en su trabajo deban de esforzarse más allá de lo que necesitan para sobrevivir.
Dicen buscar la felicidad y tenerla como principal objetivo, pero fuera de sus reuniones no saben buscarla ni la reconocen si la tienen, no creen en la política ni en la ideología ni son partidarios de nada, saben que todos los gobiernos son tan malos como sus gobernantes y buscan la gratificación instantánea, pues el mañana ni siquiera está garantizado, prefieren tener perros que hijos, porque solo Dios sabe qué vaya a suceder en el futuro inmediato y creen que tener hijos es traerlos o exponerlos a sufrimientos innecesarios.
Es tan diferente la forma de pensar, de actuar y de sentir que el antagonismo se da solo, ninguno de los dos Méxicos entiende o simpatiza con el otro, están en un camino que no puede evitar una fuerte colusión. Sabemos que mañana nacerá un tercer México, un México que sobreviva el gran impacto de dos culturas que chocarán buscando ahogar a la otra. Pobre México nuevo, uno de los anteriores va a arrancarte el corazón.
La vigilancia no tiene que ver con la seguridad, tiene que ver con el poder… Una investigación conjunta de medios y colectivos como el Citizen Lab en Toronto reveló que el Gobierno de México compró una versión mejorada del software espía “Pegasus” para vigilar a al menos tres periodistas y defensores de derechos humanos.
De acuerdo con esta investigación, se trata del mismo software espía que se utilizó en el sexenio de Enrique Peña Nieto y del que se niega su uso en la actual administración.
En ese sentido, se confirmó la vulneración en datos personales y en celulares del periodista Ricardo Raphael, el defensor de Derechos Humanos en Nuevo Laredo, Raymundo Ramos y un reportero no identificado.
De hecho, Animal Político y Proceso reportaron que este espionaje se realizó con una versión más agresiva de Pegasus, donde la víctima recibe una liga con el llamado malware y ya no es necesario ni siquiera dar click para que esté infectado.
Fue la organización Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) la que publicó una investigación que revela que el software espía Pegasus fue utilizado en México, al menos, en tres ocasiones. Este 2 de octubre, la organización mexicana dedicada a la defensa de los derechos humanos en el entorno digital expuso tres casos que guardan tres similitudes entre sí, ya que de acuerdo con R3D, en dichos episodios se confirmó la implementación de este software de origen israelí, fueron ejecutados en el sexenio de AMLO y los agraviados realizaban trabajos de investigación sobre presuntas violaciones de derechos humanos de las Fuerzas Armadas.
Pegasus es un software de espionaje creado y comercializado por la empresa israelí NSO Group, pero debido a su diseño, funciones y licencia de exportación, solo puede ser adquirido por gobiernos.
En México, el malware espía ha sido usado para atacar a defensores de derechos humanos, periodistas, activistas, políticos de oposición y ciudadanos sin vínculos con actividades ilegales. Una investigación de R3D, Aristegui Noticias, Proceso y Animal Político determinó que los teléfonos de al menos tres periodistas y defensores de derechos humanos fueron espiados con Pegasus entre 2019 y 2021.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que en su administración “no se espía a nadie”, aunque reconoció que el Ejército sí tenía un servicio “para llevar a cabo labores de inteligencia”. La investigación periodística apunta que la SEDENA tiene contratos con la red de empresas que vendió el programa de NSO Group en México y que los ha ocultado pese a reiteradas solicitudes de información y preguntas en la conferencia mañanera.
