Nutola Vida.- La realidad se reduce a cumplir funciones laborales, a comprometerse con ampliar conocimiento en el ámbito académico y a ejercer con constancia los personajes que impulsan a generar emociones, responsabilidades y preocupaciones (ser padre, hija, abuelo, primo, amigo, esposa, etc.) La realidad se modifica de acuerdo a actualizaciones, el ser humano actual que eres depende de toda la formación y autoformación que has tenido en las décadas que conforman tu edad.
La evolución es constante, el ser que eres hoy es diferente al de ayer y al que actuará mañana; esa es la realidad, lo que observas con detenimiento, valoras con gratitud y compartes conocimiento en empatía. Los pasos que van generando experiencias dejan una esencia para las mentes que te rodean. Asimismo, la realidad que está en tus manos, en tu estabilidad emocional, económica e intelectual ha dependido de tus libertades para elegir.
Para exponer los términos Dasein y Catarsis hay que citar a los filósofos Martin Heidegger y Aristóteles. Estos relevantes conceptos conjugados le dan una forma trascendente al análisis que se quiere exponer. El Dasein es un término alemán que significa Da de ahí, y Sein de ser, ser-ahí o estar ahí, utilizado por Heidegger en su filosofía existencial. Aristóteles en su libro la Poética define la Catarsis como la “Purgación de las pasiones o purificación del alma”, y la mexicana Doctora en Filosofía Carmen Trueba Atienza lo denomina como “Descarga Emocional”.
Aterrizando estos dos conceptos, el Dasein Catártico se dirige a acomodarse a la acción del comportamiento humano, convivir, hacer, ser, amar, todo lo que implique la vitalidad. Sin embargo, existe un medio que permite que al final de cada labor el ser humano infortunadamente se sienta obligado a vivir.
¿Cuál es la necesidad de poseer? ¿Cuál es el beneficio interno de sobresalir? ¿Hasta qué punto desgastamos la mente? ¿Desde cuándo el alma queda sin protección por la conciencia?
El enriquecimiento material sin un trago de valor por la vida modifica cualquier emoción negativa, generando con cierta velocidad alguna enfermedad mental o emocional. Poseer es una acción ya automática, más de un ser humano se ha convertido en una marioneta del consumismo.
No se sabe sobre el beneficio interno generado cuando se sobresale con ego. Ambición, cumplir metas, tener expectativas, todo esto presiona al ser a no estar atento con lo más significativo de la vida, como respirar con conciencia. La intención de sobresalir en algún campo laboral, académico o social es el ser reconocido. ¿Para qué? Generar protagonismo, generar interés económico y que le acaricien su yo: soy un genio, un duro, un berraco, como se diría en Bucaramanga, Colombia.
La ausencia de conciencia para los detalles más significativos es la raíz de la frustración. Se desgasta la mente por una iniciativa ajena a la que debería tener trascendencia, existe una tarea que estará pendiente para el resto de la vida: estudiarse a sí mismo. Esta, termina siendo una labor de la que se huye porque no hay preparación, no hay seguridad, no hay valentía.
Es tan complejo mirarse los defectos, aceptarlos para modificarlos o aceptarlos para seguir ocultándolos. La mente se desgasta por segundo cuando la atención se dirige a lo banal, a lo coloquial, a lo burdo que de ninguna manera alimenta el espíritu. El descuido del análisis interno al atender solo las acciones externas es lo que guía al ser a dirigirse hacia cualquier enfermedad mental o emocional.
En respuesta a la última pregunta sobre el alma, la protección que se le debe tener a nuestro interior para no terminar afectado por sucesos externos es clave para nutrir el alma. Inconscientemente existen desprendimientos de acuerdo a experiencias, ilusiones, toda acción que le dé movimiento a emociones, todo eso, sucede sin estar atentos o ser observadores.
Es lamentable ver cuando se cree que el alma llega al elíxir del amor, del conocimiento o de la felicidad, sin pasar por un proceso de análisis, afirmar estas sensaciones que terminan siendo efímeras en donde la felicidad pasó a la tristeza, el amor a la traición y del conocimiento al ego, genera una frustración constante.
¿En dónde queda el Dasein Catártico cuando nos vemos obligados a vivir? ¿En dónde queda el amor propio cuando no se ha conocido ni experimentado? ¿Existe un lugar específico en donde se guarden las emociones que fueron aniquiladas por la obligación?
La primera pregunta permite descifrar la fusión de esos términos relevantes para definirlo como ser siendo emocionalmente. El Dasein Catártico es un estado innnato, que impulsa al ser humano a cumplir con todos los personajes posibles de su vida. Entregar, dejar consciente o inconscientemente el ser ante la mamá, papá, hija, vecino o pareja entre muchos otros papeles, es una realidad que nos hace involucrarnos por segundos con la especie humana.
La obligación es una proyección ejercida por los valores morales y éticos, por las leyes de una máxima autoridad sea institucional o física. Presión, propuesta, objetivo, ilusión, son proyecciones que asume el ser humano cuando se siente obligado a ser o a hacer en y con su vida.
La afirmación obligados a vivir, implica tener claro la existencia. Abrir los ojos al despertar porque la luz incomoda. Alimentar el cuerpo porque el estómago gruñe. Trabajar porque el alimento se compra con dinero y estudiar para ganar un salario acorde a lo que se consume porque la sociedad ya lo está exigiendo.
Vivir es la primera obligación al nacer. Convivir es la segunda obligación al crecer. El hecho de estar en este mundo Infortunadamente una cierta cantidad de las acciones cotidianas se hacen en automático. Somos animales sociales y políticos como lo plantea Aristóteles y la tarea constante es la de autoformarnos. Hacer algo con este ser que nos acompaña y nos permite aprender o enseñar. Ser siendo emocionalmente es activar los sentidos y despertar la conciencia para no sentirnos obligados a vivir.