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Emilio Señala a todos

Daniel Valles.- “Muchos hombres proclaman su propia lealtad, pero un hombre digno de confianza, ¿Quién lo hallará?” El salomónico proverbio parece tomar fuerza ante la ola de señalamientos que Emilio Lozoya, exdirector de Pemex viene haciendo. ¿Serán ciertos?

Hasta este momento no se sabe de que haya aportado pruebas contundentes contra persona alguna, que es lo que menos parece que sea lo importante. El señalamiento en sí es lo que realmente importa. No es el proceso jurídico con base a derecho lo que sí importa, sino la denuncia mediática la que se convierte en elemento electorero. En una especie de “ópera bufa”.

El señor Lozoya, que todos sabemos se encuentra detenido o resguardado en su domicilio, es testigo protegido de la Fiscalía que investiga supuestos sobornos millonarios a legisladores y funcionarios de pasadas administraciones.

Esta mañana de jueves 20, nos estamos levantando con la nueva de que en los señalamientos que hace el señor Lozoya, involucra a los expresidentes Salinas, Calderón y Peña Nieto, al que ya ha señalado previamente como receptor de dinero para su campaña presidencial de parte de la brasileña compañía Odebrecht, campaña que le ganó al actual presidente.

En respuesta de los señalados hemos escuchado casi nada. Algunas cuantas declaraciones de Calderón, una de Peña. De Salinas, veremos qué hace. Siempre que un sexenio termina en el país, desde que me acuerdo, salen a relucir señalamientos por corrupción sucedida durante el régimen de que se trate. La impunidad siempre ha sido el sello característico de quienes llegan y se van.

Se ha hablado de acuerdos no pactados donde el que se va, no lo hace si antes no deja a su sucesor, quien será el encargado de “cuidarle la espalda” al que se va y luego él hará lo mismo al final de su sexenio. ¿Mito? ¿Realidad? ¿Leyenda Urbana? ¿Lo cree usted?

Nunca como ahora se había visto que se señalara a todo un sistema y a tantas por corrupción. Todos los sexenios anteriores han tenido a su “chivo expiatorio” para descargar la furia social contra los actos de corrupción que se dejaron saber o no fue posible ocultar.

En cada uno de esos casos se presentaron evidencias que terminaron poniendo a los protagonistas en la cárcel. O al menos se armaron los casos de tal modo en que no hubo duda alguna de que las personas señaladas eran culpables de lo que se les acusaba. Diaz Serrano, la Quina, Elba Esther y otros más.

Hoy, tenemos señalados, señalamientos, pero sólo eso. ¿Habrá más? ¿Habrá evidencia sólida contra todas las personas que se dice Emilio Lozoya ha señalado? ¿Habrá confesado Emilio voluntariamente o por la vía del “tehuacanazo” o la amenaza?

Hasta el momento todo se ha llevado a cabo en el mayor de los sigilos. Hasta se le ha concedido al imputado el arraigo domiciliario. También el que no asista a firmar quincenalmente al reclusorio, cumpliendo así con la situación referente a su libertad provisional. Lo ha hecho dos veces de manera virtual. ¿Por qué?

Ricardo Anaya, ex candidato presidencial, ha sido señalado por Emilio Lozoya como presunto receptor de seis millones de pesos para aprobar la Reforma Energética en el sexenio del presidente Peña Nieto. “Y ahí fue donde estuvo el pero, eso no lo aguantó el güero Anaya”.

Hasta el momento, han sido él y el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, que se encuentra indirectamente entre los implicados en los señalamientos de Lozoya, quienes han salido a defenderse o como el segundo, le ha reclamado al presidente el uso político del caso con una referencia a venganza personal.

Además, el gobernador de Querétaro lo hizo de manera impecable, de frente y viéndole a la cara al presidente.

Pero volviendo a Anaya, éste calificó las acusaciones de Emilio Lozoya como falsas, absurdas y mentirosas.

Las notas periodísticas comentan que sería el jueves por la mañana cuando Ricardo Anaya acuda a los juzgados para iniciar acciones legales ante un tribunal federal y demandar por daño moral a Emilio Lozoya. Y lo hizo.

“Ahora soy yo quien está llevando el caso ante un juez para que se investigue la verdad, se valoren las pruebas y se dicte una sentencia. Lo hago porque tengo la certeza de que no existe sustento alguno en la mentira infame que Lozoya ha inventado en mi contra”, aseguró Anaya.

Esta es la primera acción que un señalado por Emilio Lozoya lleva a cabo en contra de quien se encuentra detenido y en lo “oscurito” estaría señalando y diciendo lo que dicen que dijo.

De todos los señalados hasta ahora, Ricardo es quien tiene las aspiraciones políticas más claras y a la vista. Lo mismo que el gobernador de Querétaro, que se cuece aparte.

Anaya Cortés es inteligente y seguro tiene con qué defender su posición. Lo hará sin duda y esto escalará el conflicto. Que parece ser que es lo que se busca por parte del presidente de le República para influenciar la opinión de la masa que saldrá a votar dentro de diez meses.

No puedo decir que alguno de los señalados no sea culpable o que sean inocentes. Lo que sí puedo comentar y apuntar es la equivocada y viciada forma, que también es fondo, en que se lleva a cabo el proceso contra Emilio Lozoya y los señalados. Mismo que podría ser señalado como histórico y ser el parteaguas para que venga un cambio de marco de referencia en los modos de gobernar y hacer política en México. Una verdadera transformación. ¿Por qué?

Porque el caso contra Emilio Lozoya, se ha viciado de origen. ¿Por qué? Porque se ha violado el debido proceso contra el imputado, la presunción de inocencia de los señalados, al no presentarse pruebas, También el Estado de Derecho por litigar en los medios para lograr el efecto mediático electoral que a todas luces es lo que se pretende.

El caso de Emilio Lozoya bien llevado, con todas las de la ley, asestaría un golpe demoledor a la corrupción y a la impunidad del sistema político mexicano y a la cultura que cobija tal sistema, porque le conviene al ego social, cuidar al ego individual. Pero no. No será así.

El ego individual que clama venganza ha ganado y echa a perder la oportunidad histórica y definitiva de frenar la corrupción y terminar con la impunidad en México.

Porque el acto mismo que tenemos frente a nosotros es producto de lo que se pretende atacar pretendiendo terminar y en la que uno de los López ha sido presuntamente evidenciado en el acto mismo de la corrupción.