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El tsunami que viene

Raúl Ruiz.- Pese a que el INE ha puesto veinte mil trabas para disuadir a los mexicanos a que el próximo 10 de abril no se acerquen a las urnas a cruzar la boleta de REVOCACIÓN DE MANDATO, todo está listo para esta jugada en pos de la democracia.

Estarán dispuestas las boletas con la pregunta fatal, en 57 mil 300 casillas a lo largo y ancho del país. Poco menos de la tercera parte de casillas instaladas el año pasado para la elección intermedia, pues entonces se instalaron 162 mil 248 casillas.

El padrón electoral es de 92 millones 684 mil 134 electores, pero la revocación de mandato solo procederá si se deciden ir a la urna el 40% de los electores registrados en el padrón, para lo cual, la Ley de Revocación de Mandato asegura que no tendrá validez el ejercicio democrático a menos que se indique que la participación total de la ciudadanía en el proceso de revocación fue, al menos, del 40 por ciento de las personas inscritas en la lista nominal de electores, el resultado será vinculatorio para el titular de la Presidencia de la República.

Mientras tanto, desde el 4 de febrero hay “veda electoral”. “Ninguna otra persona física o moral, sea a título propio o por cuenta de terceros, podrá contratar propaganda en radio y televisión dirigida a influir en la opinión de las y los ciudadanos sobre la revocación de mandato”, explica la publicación en el Diario Oficial.

La pregunta incluida en la boleta que estará disponible en cada una de las casillas que se instalarán el día de la jornada es: “¿Estás de acuerdo en que a ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo?”

Sea como sea, el ejercicio tendrá un impacto muy interesante para la decisión en el proceso electoral de junio en el que se disputan seis gubernaturas. Seguramente no irán a votar el 10 de abril ni 15 millones de mexicanos, contimenos 40, pero seguramente la enorme mayoría votará porque siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo.

Esto será motivo de euforia. Y aunque el ejercicio carezca de valor por las exigencias de La Ley de Revocación de Mandato, será motivo de fiesta entre la perrada mexicana. Si a esto le añade usted la inmediata reacción ácida de los opositores de AMLO, tenga por seguro que la propulsión le será favorable a Morena para los resultados electorales de junio próximo. El otro tsunami. Sin embargo, fácil tampoco lo es. 

Morena se ha venido enlodando poco a poco y aunque el presidente se desgañita buscando sacar del apestoso fango de la corrupción a los mexicanos, sus colaboradores no se aplican. Esto le restará intención al voto a la hora de los cates. ¿O usted qué piensa?