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El presidente, Terencio y el Metro

Dr. Arturo Castro.- Nada de cuanto es humano me es ajeno, pronunció el presidente López Obrador en días pasados, ello en el marco del perdón solicitado a las familias de las víctimas del accidente de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México.

Les pido perdón y además todos los días lamento mucho estas desgracias, no como autoridad, sino como persona, mencionó en su evento mañanero, cual función de teatro en ocasiones preparado y las más veces improvisado.

El presidente tomó una frase célebre -Nada de cuanto es humano me es ajeno- que data del año 165 a.C., escrita por Terencio en su obra llamada “El enemigo de sí mismo” sin dar el menor crédito al griego, esto en el ámbito académico se llama plagio y en la calle sería piratería.

En las conferencias matutinas se habla por hablar, de cualquier tema, es una forma de gobernar a través de la palabra que puede convencer pero también cansar ante la falta de elementos que sustenten los dichos.

Terencio fue un autor de comedias griegas, veía la desgracia humana en los actos del hombre, lo bueno y lo malo ante la falta de comprensión para participar como individuos frente a la sociedad, las trabas personales para construir una mejor forma de vida.

Se debe parecer ser a si mismo y no se juegue a ser un Dios en un país que tiene los mismos pobres de siempre, le diría Terencio a López Obrador. Pero felices diría esa figura celestial, México espera un cambio verdadero en la gobernanza que se tiene y no en el ofrecimiento discursivo de una llamada cuarta transformación.

Se dice que los medios zopilotean al presidente, las desgracias de este país a través de la difusión de imágenes diarias sobre eventos violentos a lo largo y ancho del país son muchas; el presidente solo tiene datos de que todo está bien.

El Metro de la Ciudad de México fue objeto de la desgracia cuando se descarriló la Línea 12, el pasado 3 de mayo, dejando un saldo de 26 personas fallecidas y muchas más lesionadas, aún no se conocen las causas que todo mundo sabe pero que oficialmente se investiga a través de peritos extranjeros.

Tal vez en México no hay capacidades como se muestra cotidianamente por el gobierno en donde se combate la corrupción verbalmente y a diario se hacen compras sin licitación, habría que pensar en este contexto, que es una forma muy humana de hacer política pública.

Este es un país de contradicciones, de adversarios, de propios datos, de robo de medicinas, de la explotación electoral por el ya sabes quién, de las amenazas a las instituciones, del clientelismo que hizo el Partido Revolucionario Institucional y ahora lo hace magistralmente el presidente, que no MORENA, que es una organización política a su servicio.

La política debe ser más profesional, menos de enaltecer la mentira como forma de convencer, se necesitan voluntades con vocación de servicio y no una alta pleitesía como nunca se había visto, aunque siempre ha existido y la de hoy es excepcionalmente distinta.

Lo humano debe prevalecer siempre, Terencio lo trajo al debate, el presidente lo copia tal cual es y el Metro que es base del transporte de millones de personas debe humanizarse con el mantenimiento respectivo ya que es una necesidad apremiante para el país.

Mis propios datos infieren que el presidente López Obrador le copió su concepto sobre el humanismo a Terencio sin darle el crédito de rigor. Los estudiantes lo saben, como profesor a los que copian los repruebo.

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