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El Poder y sus riesgos

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Muchos países han padecido el yugo de dictaduras. En América los ejemplos son vastos: el sufrimiento de sus pueblos está presente en muchos corazones. Bolivia (1964 – 1982), Argentina (1976 – 1983), Uruguay (1973 – 1984), Chile (1973 – 1990), Paraguay (1954 – 1989), República Dominicana (1930 – 1961), Perú (1968 – 1980), Ecuador (1972 – 1976), Colombia (1953 – 1957) y Haití (1957-1971).

Ejemplo aparte es Nicaragua (1936-1979) que habiendo salido de una dictadura cuando derrocaron a Somoza, entró con Daniel Ortega en otra forma de gobierno de izquierda, no sé si mejor o peor, pero su pueblo sigue sometido y su calidad de vida cada día es peor.

En la actualidad Nicolás Maduro sigue el camino de su antecesor Hugo Chávez, y constituyen otro ejemplo muy singular en Venezuela porque, aunque elegidos en “democracia”, su gobierno es autoritario y se parece a una dictadura.

Ambos presidentes, tanto en Nicaragua como en Venezuela, tienen el apoyo incondicional (hasta ahora) de su ejército, pero eso puede cambiar, como ha pasado en otros países. Nada es para siempre.

Debo escribirlo con todas sus letras: tengo un gran respeto por nuestro Ejército y Fuerzas Armadas de México, solo veo con cierto temor la enorme responsabilidad y poder que están acumulando y creo que muy a su pesar.

Algunos ejemplos: Primero los convirtieron en policías, con terribles resultados en aquella infausta declaratoria de guerra al narco. Aún se recuerdan los encendidos discursos de reprobación y condena al uso de militares en la guerra contra el narco.

Ahora acaban de enjaretarles la enorme dependencia encargada del control de puertos y marina mercante y, por si fuera poco, también las aduanas de todo el país.

Actualmente -y contra todo lo dicho en campaña de regresarlos a los cuarteles-, los pusieron a conformar la Guardia Nacional y sus ingenieros militares están encargados de construir los cuarteles para ellos, pero no es todo, también construyen y administrarán el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles. Y aún hay más: aparte participan de las obras del Tren Maya y su participación se extenderá más allá de la construcción, porque ya se anunció que tendrá a su cargo la administración. 

¿Le sigo? No, porque el propósito de quien esto escribe no es atacar al mando militar mexicano, sino señalar que no me parece sano que se les entreguen tantas dependencias y responsabilidades en el país. Ya tienen más responsabilidades que el propio presidente.

La naturaleza de nuestra fuerza armada es otra y nada tiene que ver con lo que ahora se les pide o exige hacer. Entiendo que los gobiernos anteriores no fueron capaces de crear una policía confiable y que la desesperación los llevó a cometer errores todavía más graves. Incluso el discurso opositor con el que llegaron al poder fue por la forma en que se utilizaba (abusaba) de las fuerzas militares.

Sin embargo, a su arribo no solamente fueron incongruentes, sino que multiplicaron ese abuso de uso fuera de la naturaleza de los militares. Entonces, continuar con políticas públicas equivocadas buscando en el Ejército y Fuerzas Armadas la solución a nuestra problemática, no es el camino, tal y como decían ellos mismos.

Dijeron que volverían a los cuarteles, pero resulta que ahora hasta les pidieron construir otros para la Guardia Nacional. El golpe de timón sorprendió a todos, empezando por los propios militares.

En cuanto a resultados. ¿Las zonas donde ya opera la Guardia Nacional presentan indicios claros de ir en el sentido correcto? Porque si no hay tal, aún es tiempo de meter reversa y el presidente dijo ayer que es de sabios cambiar de opinión.

Los ejemplos de las dictaduras son exagerados, pero abordé a ese extremo el tema para dejar claro que la condición humana y sus tentaciones no le son ajenas a nadie. Aunque somos muy conscientes de que nuestro Ejército y Fuerzas Armadas son diferente desde su origen, jamás han caído ni caerán en tentaciones.

Recién nos enteramos que las fuerzas militares norteamericanas le negaron a Trump su ayuda para militarizar la frontera con México y de otras negativas a peticiones de ese expresidente de Estados Unidos. Meditar es sano. Hay que invitar, con respeto, a que se repasen algunas decisiones. 

Especulando:

Podría llegar otro presidente que piense distinto e intente quitarles esas dependencias y devolverlos a sus cuarteles y quizá -ojalá- no tenga mayor problema. ¿Pero estamos seguros de eso?

Terquedades

¿Quién es la mano negra detrás de las emigraciones?

Javier sigue cosechando, ayer tocó el turno a uno de sus cercanos. A hierro m… a h… m…

Los gobernantes deben tener tiempo para dar seguimiento a su Plan de Gobierno. Si no lo hacen, las urgencias enterrarán lo importante.

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