Inicio JUAN CARLOS LOERA ¡El INE sí se toca!

¡El INE sí se toca!

La elección de 2006 fue la mejor muestra de esta complicidad ciega que tan útil resultó para imponer a Felipe Calderón, a pesar de la voluntad expresada en la urnas, que claramente favoreció por primera vez a Lopez Obrador

Juan Carlos Loera.- La defensa que los conservadores hacen del INE tiene como fundamento un supuesto enteramente falso, el de que el INE en su estado actual es una institución perfecta, que después de la larga transición a la democracia, que para los intelectuales  transitologos culminó con la elección de Fox, nada hay que modificar, pues el INE, como órgano autónomo, alcanzó un estado tan virtuoso que cualquier cambio derrumbaría y sumiría en el caos la  vida democrática de México. 

La verdad es que este es un discurso falso, mentiroso y oportunista  que en tiempos del propio Fox y Calderón se empezó a construir, una vez que el PAN y el PRI, de entonces, en abierta colaboración y complicidad, encontraron la fórmula para copar de consejeros adeptos, tanto el Consejo General como los consejos locales y distritales.

Con ese control tuvieron el camino abierto para imponer, mediante concursos administrados, parciales e interesados, a funcionarios y técnicos que siempre se han mantenido leales a quienes originalmente los seleccionaron.

La elección de 2006 fue la mejor muestra de esta complicidad ciega  que tan útil resultó para imponer a Felipe Calderón, a pesar de la voluntad expresada en la urnas, que claramente favoreció por primera vez a Lopez Obrador.

El monopolio y absoluto control que esta temprana alianza, entre el PAN y el PRI, ha mantenido desde entonces, sobre todas las instancias de gobierno y decisión, fue posible gracias a un defecto estructural que caracteriza a la organizacion piramidal del INE.

El  hecho muy bien conocido es que la selección de todos los consejeros, sean de los consejos locales o de los distritales, ha resultado de negociaciones entre los representantes de los partidos y los miembros del Consejo General, donde las voces que más resuenan son las de quienes representan a la alianza entre el PRI y el PAN y la de los consejeros que invariablemente obedecen a los intereses de esa coalición.

En pocas palabras, el INE que debió ser el paradigma de la democracia, siempre ha tenido una vida interna en la que la seleccion o designación de sus autoridades electorales, nada tiene que ver con la democracia y sí con la voluntad de quienes verdaderamente mandan, que no son otros que los miembros de Consejo General, que mejor relacionados están con la coalición prianista.

Por eso en la iniciativa de reforma que el presidente presentó ante el Congreso, una propuesta central tiene que ver con la elección de los consejeros, quienes al jugar un papel tan importante deben ser elegidos, sin intermediación alguna por todos los ciudadanos.

Hay más razones que justifican una reforma estructural del INE, pero por ahora basta lo señalado para dar cuenta de que el INE es un paradigma de autoritarismo y antidemocracia y que todos los sondeos confirman este desencanto popular.

¡El INE sí se toca! Porque en su estado actual es un arma que solamente sirve a los conservadores para frenar la plena transformación de México.