Cuauhtémoc Monreal Rocha.- Cuenta la historia que en el año de 1942 del siglo pasado, la segunda guerra mundial arrasaba Europa; México era gobernado por el Presidente Manuel Ávila Camacho; como ya le había declarado la guerra a los países del Eje, (Alemania, Japón e Italia), don Many, como jefe de la nación, ordenó, en el otrora Distrito Federal, apagones nocturnos por si a los alemanes se les ocurría bombardear la capital del país por la “nochi”.
De esta actitud defensiva presidencial, surgió una canción interpretada por la jarocha Toña “La Negra” que iniciaba “ansina”: Con el apagón, qué cosas suceden, qué cosas suceden con el apagón…; si tú que nos lees eres anciana (no), debes, forzosamente, qué acordarte de esta canción, sobre todo si llegaste a esta frontera, viniendo del sur.
Entrando al tema, la cancioncita citada, nos llegó a la memoria por el mega- apagón que a plena luz del día del lunes 28 de diciembre, sucedió allá por el rumbo de Tamaulipas, siendo la segunda caída del sistema (ahora eléctrico) que le sucede, como funcionario público, al ínclito Manuel Bartlett, quien, sin saber nada de “eleitricidá”, cobra como “direitor” de la CFE.
El mega apagón de marras, afectó a varios millones de “majacanos” y según las versiones del sumo sacerdote que habita en palacio nacional, tratando de justificar a su íntimo amigo y tocayo Manuelito, se debió, primero, a un programa de mantenimiento general de alcance nacional con sustitución de infraestructuras. Luego a oscilaciones en el flujo eléctrico y después que un incendio de pastizales (neoliberales quizá), todo lo cual, según nuestro leal saber y entender fueron, mentiras, mentiras y más mentiras.
Hasta hoy domingo 3 de enero, no se han visto imágenes del incendio, ni de torres dobladas o líneas reventadas por el intenso calor del fuego o algo por el estilo y para colmo de los males y muina del Viejo, la CFE, en varios boletines anteriores a la quemazón, reconoce que el país podría enfrentar interrupciones generalizadas del servicio eléctrico, como resultado de RECORTES EN ÁREAS TAN SENSIBLES COMO LAS DE MANTENIMIENTO DE LAS INSTALACIONES ¡pácatelas!. A quien se le cree, Al Jefe de la indiada o a los boletines.
Para terminar estas vocales y consonantes, antes de que nos llegue otro apagón y meternos en nuestro Moisés, espero, amables lectoras (es), que hayan recibo el Nuevo Año con alegría y seguir teniendo la paciencia de Job, porque la embestida de la pandemia sigue en todo su apogeo, aunque según el decir del “amado líder”, para el mes de marzo de este año, conste, ya estaremos vacunados todos los “rufles”. Un abrazo sincero. Vale.