Inicio COLUMNISTA INVITADO El amplio trecho entre el dicho y el hecho

El amplio trecho entre el dicho y el hecho

Pedro Torres.- En su discurso de toma de protesta el pasado 8 de septiembre, la actual gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, dejó en claro que “somos la entidad con mayor deuda per cápita del país, (que) los pasivos han crecido sin control y en los últimos cinco años el gobierno ha operado con presupuestos deficitarios. En síntesis -dijo-, recibimos un gobierno al borde de la insolvencia, la magnitud de los problemas es enorme y muchos de ellos no se podrán resolver en el corto plazo, pero eso yo sé, que a los chihuahuenses no nos va a desanimar”. 

Pues déjeme decirle que por lo hecho hasta ahora por la naciente administración a su cargo, este chihuahuense ya empieza a desanimarse. Y ese desánimo responde a que usted dijo una cosa en su toma de posesión y, contrario a sus expresiones de entonces, está haciendo exactamente lo mismo que ese segundo miércoles del mes de septiembre pasado criticó respecto de su antecesor.

Usted afirmó “que el gobierno de (Javier) Corral vivió de créditos a corto plazo y cuando por ley ya no se pudo endeudar más, empezó a sobrevivir de fiado”. Pero no pasaron ni cinco semanas desde que usted asumió, cuando su gobierno hizo lo propio, contrató tres créditos a corto plazo por un total de mil 800 millones de pesos, coincidentemente la misma cantidad que a un mes de haber asumido la gubernatura en octubre de 2016 contrató su antecesor. Mi desánimo es tan grande como el trecho que hay entre sus dichos y sus hechos.

Usted hizo un compromiso con el pueblo de Chihuahua que no está cumpliendo. Ese 8 de septiembre, ante el Congreso estatal, afirmó que las acciones de los gobiernos que la precedieron, que provocaron la grave situación financiera que padece Chihuahua, no se repetirían y, sin embargo, es imposible no experimentar este cruel deja vu al atestiguar que en su administración no tienen la menor intención de hacer las cosas de manera diferente, que la fórmula sigue siendo la misma y que, siendo así, solo se pueden esperar resultados similares, si no es que peores.

Dijo usted muy claro en ese discurso inaugural que “el dinero de la Hacienda pública es dinero de los chihuahuenses, es dinero que nos han dado en un mandato claro y preciso de administrarlo con honestidad, de administrarlo con transparencia y eficiencia para mejorar sus vidas, porque es dinero que les cuesta mucho trabajo ganar todos los días para ponerlo en manos de un gobierno”. Efectivamente, es dinero del pueblo y, por lo que se ve hasta ahora, no está siendo administrado de manera eficiente y habrá que esperar qué tanta transparencia hay en el manejo de esos recursos.

Las contradicciones entre lo expresado durante su toma de posesión y las acciones emprendidas por su gobierno no paran en lo antes descrito. Si bien usted aceptó que la administración de Corral recibió una gran deuda de parte del gobierno de César Duarte, nunca dijo que usted fue parte de quienes, desde el Congreso, aprobaron ese esquema financiero.

Usted aseguró que el gobierno de Corral no emprendió acción alguna para cambiar de fondo la realidad o para remediarla, pero las actuales circunstancias indican que su administración va por el mismo camino. Si, como usted dijo, Corral nos engañó y la situación era mucho más grave de lo que parecía, ¿por qué continuar con una estrategia similar? ¿Acaso quiere mantener ese gran espejismo de estabilidad que, según usted, fue el objetivo de su antecesor?

Usted lo dijo con estas palabras: el engaño duele, ese dolor que nos causamos unos a otros, el dolor que origina nuestra voluntad o nuestra ineficacia para tener una nueva y mejor organización de las cosas humanas. 

Sea congruente y evite ese camino, por favor.

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