Todos los necios son obstinados y todos los obstinados son necios. Baltazar Gracián y Morales, jesuita del “Siglo de Oro” español.
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- El Domingo de Pascua amaneció con un viento helado de los mil demonios, que ni ganas nos dieron de salir a buscar huevos, ni de coneja ni de gallina; al parecer ahorita que estamos tecleando estos garabatos u ocurrencias, está amainando y quizá salgamos por una sabrosa hamburguesa o ya de perdis, una suculenta pizza, “pa paliar lambre”, por aquello de que el hambre es ca…nija y más el que se la aguanta.
Mientras nos decidimos qué comer-cenar, vamos a adentrarnos en el tema, esperando amable lector(a) que sea de tu total y completo agrado y si no lo es, aunque sea Pascua, triste tu calavera; lo único que podemos desearte sinceramente y de todo cora, es que el maldito Covid-19 te haya hecho lo que el “aigre” a Juárez, al igual que a nosotros, no obstante que ya estamos “rufles”.
El señor Don Carlos Salazar Lomelí, a quien le pusimos el don, no porque sea de sangre azul sino porque no es nuestro igual o sea, común y corriente, pues es actualmente, nada más, pero tampoco nada menos, que el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de esta chulada de país, donde a sus ciudadanos, todo mundo, desde gobernantes, funcionarios públicos y políticos de todas layas hasta el sector empresarial, le dan atole con el dedo.
Don Carlos hace días, según la prensa nacional que todo lo sabe, plantó las zapatillas en los medios de la arena política y manifestó, palabras más, palabras menos, que el diálogo con el gobierno de la 4T se había roto y su sector abrirá otras puertas con diferentes sectores, para mitigar la crisis que ha ocasionado el nefasto señor Corona Virus, mejor conocido en el bajo mundo viral como Covid-19.
El señor Salazar expresó también las causas por las que el diálogo se rompió. Éstas fueron la falta de respuestas a todas sus propuestas, argumentos e ideas que, en su momento, hicieron del conocimiento del gobierno, que encabeza el primer mandatario, creador de la citada 4T.
Con el diálogo roto, el propio compa Salazar, sin más cortapisa, pronunció algo que nos recordó una vieja canción mexicana: La puerta se cerró detrás de ti y nunca más volviste a aparecer, dejaste abandonada la ilusión que había en mi corazón por ti…, creyendo nosotros, como creídos que “semos”, que esta tonadilla lleva dedicatoria para el Primer Necio de México.
Ojalá que pronto, gobierno y sector empresarial, regresen a la senda de la comprensión, del razonamiento y de la armonía, para bien del país en estos momentos de crisis sanitaria, política, económica y social, pues de lo contrario… no nos imaginamos qué les pueda pasar a los ciudadanos que viven en este Cuerno de la Abundancia. Vale.
