KABUL- El movimiento fundamentalista que retomó el poder en Afganistán proclamó que la mujer no es una propiedad ni puede ser casada a la fuerza.
“El consentimiento de una mujer adulta es necesario para el contrato (Nikah) y la unión matrimonial (…) Nadie puede obligar a las mujeres a casarse por coacción o presión”, reza el primer punto del decreto emitido por Haibatullah Akhundzada, el líder supremo del movimiento talibán que permanece sujeto a las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU y está prohibido en Rusia.
El segundo punto establece que “la mujer no es una propiedad, sino un ser humano noble y libre” y que “nadie puede entregársela a nadie a cambio de un acuerdo de paz o para poner fin a la animosidad”.
El artículo siguiente advierte de que nadie puede casarse con una viuda por la fuerza, ni siquiera sus familiares, dentro del período de cuatro meses y diez noches siguientes a la muerte del esposo, o mientras dure un embarazo, y que aquella tiene el derecho a decidir, si se casa o no, y/o a determinar su futuro.
El documento proclama que a las viudas les corresponde una parte fija de las propiedades de su marido, hijos, padre y parientes, sin que nadie pueda despojarlas de sus derechos patrimoniales.
Los hombres con más de una esposa están obligados a otorgar derechos a todas, acorde a la ley islámica, y mantener la justicia entre ellas.
Las disposiciones finales del documento, divulgado en las redes sociales por el portavoz del llamado Emirato Islámico de Afganistán, Zabihullah Mujahid, instan al Ministerio de Información y Cultura y a la Corte Suprema a informar por sus respectivos canales de los derechos de las mujeres acorde a la sharía; y a los gobernadores provinciales y distritales, a cooperar con esas entidades para su implementación.
Sputnik
