Dip. Omar Bazán Flores.- En los últimos días surgieron voces de inconformidad respecto al costo en los uniformes escolares para estudiantes del Colegio de Bachilleres. Esto porque se publicó el catálogo del paquete por parte de las autoridades directivas.
En un análisis objetivo, no olvidemos que generación tras generación el uniforme escolar ha sido parte de la vida de millones de estudiantes. Escuelas en todo el mundo lo han incorporado a su sistema educativo.
En México, aunque el uniforme no es obligatorio, la Secretaría de Educación Pública (SEP) recomienda su uso, en primer lugar, por cuestiones de seguridad y protección a la integridad del alumnado.
En síntesis, el tema del uniforme escolar es polémico y existen detractores y personas que están a favor.
Creo que en este caso debe haber un diálogo abierto entre autoridades del Colegio de Bachilleres y padres de familia, en el que haya acuerdos, porque, si bien es cierto que el portar uniforme es importante, también es clara la crisis económica por la que atraviesan las familias.
Muchas de ellas, definitivamente, no estarán en condiciones de desembolsar la cantidad de dinero que se pide, otras sí lo podrán hacer y muchas otras más, la mayoría, tendrán que recurrir a préstamos para poder cumplir con la disposición, esto pasará no solamente en el COBACH, sino en todos los niveles educativos.
Si bien los padres tienen que hacer un de-sembolso considerable, hay que decir que su adquisición representa aspectos sumamente positivos, situación que no ha sido ponderada por algunas fuerzas políticas, lo que ha venido generando un ambiente de rispidez y desaprobación.
Algunos de los aspectos positivos del uniforme escolar, son que mejora el rendimiento del alumnado al crearse un ambiente más formal, se contribuye a que los estudiantes estén más concentrados en clase y esto mejora su rendimiento y mejora calificaciones.
Además, contribuye a la igualdad. Con el uniforme todos los alumnos visten igual, por lo que no se notan las diferentes procedencias o niveles socioeconómicos. También aumenta la autoestima, el hecho de que todos los niños y niñas de un colegio vistan igual fomenta la confianza en sí mismos y fortalece su autoestima porque se genera un sentido de pertenencia.
Un tema importante, es que sin duda con el uniforme se incrementa la seguridad. Los colegios suelen hacer excursiones y otras actividades fuera del centro, y el hecho de que los estudiantes vayan vestidos de una misma forma favorece a que se les controle mejor, porque se les identifica más rápido.
Otro tema importante es que, al paso del tiempo, contribuye a ahorrar dinero. Los uniformes se donan, la mayoría de las veces, se pasan de hermanos o hermanas mayores a los más pequeños. En cualquier caso, los uniformes suelen estar hechos de materiales duraderos, de manera que no se deterioran fácilmente.
Crea un sentido de pertenencia. El uniforme escolar puede lograr que los alumnos y alumnas se sientan orgullosos del colegio en el que estudian porque el uniforme origina un fuerte sentido de pertenencia al grupo.
No podemos olvidar, además, que la educación de calidad es uno de los objetivos de desarrollo sostenible y ello supone que todas las personas tengan acceso a una educación inclusiva y equitativa. El uniforme escolar puede ayudar a lograr este objetivo, facilitando la igualdad entre los alumnos y alumnas de los centros escolares.
No puedo dejar de reconocer los esfuerzos del Gobierno del Estado para mantener un sistema de calidad, no solo en el nivel educativo, sino en una infraestructura que continuamente crece y se mejora en pro del estudiantado.
Así como el mecanismo financiero basado en la aportación Estado-Federación, que permite brindar educación a decenas de miles de jóvenes en su preparación para la Educación Superior.
Finalmente, creo que también es importante que el Gobierno Federal incremente el número de becas para estudiantes de todos lo niveles, tras una época de crisis económica, agravada además por la pandemia.
