Inicio Perspectiva Corrupción: ¿Vamos bien pero estamos mal?

Corrupción: ¿Vamos bien pero estamos mal?

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- A veces da flojera (solo un poco, más bien cuando no decides rápido el tema) cumplir con las rutinas maravillosas que nos imponemos. Hoy, sin mucho ánimo de escribir, decidí revisar un tema muy sencillo pero nada simple: La corrupción.

Las escaleras se barren de arriba hacia abajo es una forma de decirnos cómo acabarán con ese problema. En el tema de la corrupción el presidente ha dicho -muchos coincidimos- que es el principal problema de México, así ese mal endémico debe abatirse y, si fuera posible, erradicarlo.

La pregunta es: una vez barrida la azotea, si es que ya se hizo, ¿qué sigue, barrer el piso de más abajo y así sucesivamente?

El problema es que el edificio (imaginario) del gobierno tiene en el piso superior el más pequeño de todos sus pisos, como si acabara en punta, y en el de abajo el más ancho, donde están los millones de empleados del gobierno en sus tres órdenes, federal, estatal y municipal.

Vamos al punto: Por ejemplo, un día cualquiera un tránsito te detiene, le das dinero y te deja ir, pareciera que su trabajo consiste en recaudar, tanto para la oficina como para él mismo.

La policía anda en lo mismo, tanto en el orden municipal como estatal y federal. Se habla de que hasta hay cuotas según el tipo de auto, puesto o ubicación geográfica asignada para chambear.

¿Lo de la escoba es literal o se trata de una metáfora? Es decir, ¿el combate a la corrupción es barriendo a los corruptos echándolos fuera del gobierno o se espera que ya no sean corruptos porque dice el presidente? ¿O nos toca hacerlo a nosotros? Porque no veo cómo. Es más, me gustaría preguntarme y contestarme que sí, que sí es posible que algún día los mexicanos tomáramos el acuerdo tácito (por supuesto) de ya no participar en la corrupción, ni dando ni recibiendo. (¡Sueñas mexicano!)

Luego el presidente dice que el sistema judicial es corrupto, que los jueces se dejan comprar y toman decisiones que liberan a los malos y, además se solazan otorgando amparos a sus adversarios para obstruir su gobierno, a cambio de prebendas. 

¿Ahí cómo se hará la barrida? Porque la opción de prolongar el mandato de Zaldívar Lelo De Larrea ya quedó fuera. ¿Ahora qué se hará? ¿Quién lo hará? De acuerdo a lo dicho por el presidente, él (Zaldívar) era el único capaz y comprometido de tomar la escoba y conducir la reforma tan necesaria para acabar con esa corrupción judicial.

También sabemos que persiguen a diputados, senadores y a quienes lo fueron, incluso hay alguno encarcelado, por haber sido corruptos al apoyar a cambio de dinero algunas de las reformas estructurales. Ricardo Anaya, entre ellos, es ejemplo de lo que escribo.

La corrupción somos todos, así dice la raza y así entendemos que existe el problema en el país. ¿Hasta dónde se ha avanzado en ese tema? ¿La gente que maneja autos ya no se queja de los tránsitos que muerden? ¿Ya nadie habla de que los policías hacen cualquier cosa para embolsarse dinero? ¿Las personas estamos viendo policías de otro comportamiento al de antes, cuando había corrupción? ¿O no hay tal y seguimos en las mismas? Aunque debe quedar claro que no somos iguales.

Desde luego que estamos de acuerdo en acabar con la corrupción, pero, en serio, ¿qué se percibe al respecto: hay avances reales? ¿En donde usted vive hay ese cambio tan necesario y que es bandera del presidente? ¿Ya no hay corrupción? El último estudio publicado por Mexicanos Contra la Corrupción dice lo contrario.

Entonces, ¿qué pasa? ¿Debemos asumir que lo prometido no es posible? ¿O que solo nos hagamos tontos y digamos que ya no hay corrupción, como si fuera cierto? ¿Tendrá claro el presidente que él puede barrer su área de trabajo, pero que la escoba debe ser utilizada por los tres órdenes de gobierno en todos los espacios de trabajo al público?

¿Hay algún documento que defina las acciones a realizar, los objetivos a conseguir o algún plan estratégico para implementar? Solo pregunto porque no percibo los avances, tal vez ande falto de olfato o de capacidades para darme cuenta. Si alguien sabe, porfa, échenme una mano y compartan información. Vamos bien, pero estamos mal.

Terquedades:

1. La emigración masiva está manipulada y tiene fines oscuros, todavía.

2. Si Javier recibirá como premio un puesto en el gobierno de AMLO, que sea de cónsul en Pakistán, Irak o Irán, pues allá podría pasar desapercibido, salvo que se quite el bigote.

3. El Ejército es la dependencia más poderosa de México, no por su naturaleza, sino por todo el poder que se le ha ido confiriendo. ¿Hacia dónde vamos? ¡¡La condición humana no tiene límites!!

Artículo anteriorAsiste Maru Campos a inauguración de XXXIV Convención Internacional de Minería
Artículo siguienteLa necesidad de que el ciudadano tenga poder